Investigadores e historiadores han quedado atónitos tras las fotografías publicadas por Robert Fesen, catedrático de Física y Astronomía en Darmouth College. La nebulosa Pa 30 es el resultado de la colisión entre dos estrellas blancas moribundas hace 850 años.
Las fotografías sugieren que la colisión se produjo en torno al año 1181, informan los investigadores. Coincidiendo con las observaciones realizadas por astrónomos chinos y japoneses del siglo XII, los cuales documentaron una estrella muy brillante que apareció de repente en la constelación de Casiopea y fue visible durante unos seis meses mientras se desvanecía lentamente.
“Este remanente permitirá a los astrónomos estudiar un tipo de supernova especialmente interesante que hasta ahora sólo podían investigar a partir de modelos teóricos y ejemplos en galaxias lejanas”, comenta Fesen en su comunicado a la comunidad científica.