Anna Worden es una joven estadounidense que decidió hacer el reto #kikiChallenge, que casi le cuesta la vida
“Lo último que recuerdo fue abrir la puerta. Así que aparentemente salí, tropecé, caí y me golpeé la cabeza”, relató a un medio local.
De inmediato, Anna fue traslada de emergencia a un hospital en donde los médicos le dijeron a la familia que había sufrido fracturas en el cráneo y que tenía sangrado interno en el cerebro.
Tras varios días de estar en el hospital, la joven de 18 años tuvo que hacer rehabilitación y aprender a caminar. Los médicos aseguran que “fue un milagro” que no quedara con ningún tipo de secuelas.