Todo ocurrió el pasado fin de semana cuando los jóvenes llegaron a la iglesia de La Lomita en compañía de sus familiares vestidos con atuendos de gala.
Para Leslie Silva, el amor a su padre pudo más que las leyes migratorias que impidieron que él estuviera presente en su ceremonia de graduación, por eso es que ella caminó a su encuentro, con toga y birrete, en el Puente Internacional Zaragoza-Ysleta