Ari, de apenas 5 años de edad, sufrió de un ataque al corazón que lo recluyó 189 días en un hospital de la zona de Boston.
Luego de un trasplante de corazón, y de una buena evolución, los doctores decidieron mandarlo a su casa. No puede haber algo que lo haga más feliz.
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Fernanda-Familiar.Soy: La Periodista de vida