Tras las amenazas de Trump, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, compartió en Twitter un comunicado en el que defendió al “Viacrucis Migrante”, que salió de Chiapas el 25 de marzo con más de 1000 migrantes centroamericanos, y escribió que la política migratoria del país “no está sujeta a presiones”.
Horas antes, Luis Videgaray, informó que la dispersión de la caravana fue “por decisión de sus participantes”, y enfatizó que “la política migratoria mexicana se ejerce de manera soberana y conforme a derecho, y no a partir de presiones o amenazas externas”. También pidió al gobierno de EUA aclarar a qué se refieren con el despliegue del ejército en la frontera, para que el gobierno de México defina su postura, “siempre en defensa de nuestra soberanía e interés nacional”.
Consultado por la AFP, el Pentágono negó estar al corriente de un despliegue militar en la frontera sur del país, pero señaló que este tipo de operación ya se había hecho en el pasado.
En su serie de tuits anti-inmigración del domingo y el lunes, Trump ya había amenazado con abandonar el TLCAN y había exigido que el Congreso estadounidense aprobara leyes migratorias más estrictas.
“La gran Caravana de Personas de Honduras, que ahora cruza México y se dirige a nuestra frontera de ‘Leyes débiles’, mejor que se detenga antes de llegar allí. La gallina de los huevos de oro del TLCAN está en juego, al igual que la ayuda extranjera a Honduras y los países que permiten que esto suceda. ¡El Congreso DEBE ACTUAR AHORA!”, tuiteó el presidente.
Con información de Animal Político
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