Se trata del conjunto de edificios en Morelos, formados por cinco grupos, cada uno con dos inmuebles. De ellos, tres mostraron algún tipo de afectación: Centauro, Osa Mayor y Pegasso.
Ernesto, quien vive en el piso 13 del Centauro y estudia ingeniería. Dice que los inmuebles no tienen daño estructural pese a que las paredes tienen aplanados caídos, ladrillos de su recubrimiento desprendidos, escaleras derruidas, y una acentuada separación entre los edificios que da cuenta de su desplome paulatino. En los pisos superiores esta separación es de casi un metro.
“Yo me sujeté de la pared. Conozco el edificio, no me puse nervioso, sólo veía como todo se caía alrededor”, expuso Ernesto.
En el contiguo conjunto de edificios llamados Osa Mayor, la situación es más dramática. La Secretaría de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México decidió que el edificio no era seguro de su piso cuatro en adelante.
Únicamente se permitió el ingreso de inquilinos, bajo su propio riesgo, para recoger las pertenencias que consideraran necesarias, su desalojo es inminente.
Los edificios fueron revisados a lo largo del día por Protección Civil de la Delegación Cuauhtémoc, de la Secretaría de Protección Civil, por el Instituto para la seguridad de las construcciones, en tanto que la Secretaría de Desarrollo Social ofreció ayuda para albergar a los inquilinos que así lo consideren necesario.
De acuerdo con Jaqueline Carmona, administradora del Osa Mayor, cada edificio cuenta con 56 departamentos y cada uno tiene el promedio tres inquilinos. Eso da una estimación de al menos 112 departamentos en riesgo de ser desalojado ante el posible colapso de los inmuebles, y unas 330 personas afectadas.
Con información de Excélsior
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