El juez instructor de la causa, Herman Benjamin, urgió a sus compañeros a destituir a Temer. Sin embargo, la institución no era la indicada, ya que el presidente del Tribunal Electoral, Gilmar Mendes, nunca ha ocultado su amistad con el mandatario. Además, otros tres jueces han sido nombrados por él.
El fracaso de Benjamin supone una clara victoria de Temer, que se quita de encima uno de los muchos problemas que le agobian estos días. El proceso ha coincidido con el escándalo desatado hace tres semanas, cuando un magnate de la industria cárnica entregó a la justicia pruebas de corrupción contra él.
Con información de El País
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