Durante la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático en la ONU, la presidenta Dilma Rousseff habló sobre el “grave momento” que vive Brasil, refiriéndose al proceso de destitución de la presidenta que evalúa el Senado, aunque declaró que sabe que su pueblo “sabrá impedir cualquier retroceso” democrático.
Rousseff dijo que “Brasil es una gran nación, con una sociedad que fue capaz de derrocar el autoritarismo y construir una democracia pujante. Nuestra gente es trabajadora y tiene gran estima por la libertad. No cabe duda de que será capaz de prevenir cualquier retroceso”.
La presidenta terminó su discurso ante 60 jefes de Estado y gobierno agradeciendo a los líderes que han manifestado su solidaridad por la situación que enfrenta.
Rousseff su Partido de los Trabajadores aseguran que lo que están haciendo el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha y el vicepresidente Michel Temer, es un intento de “golpe de Estado” legislativo.
Mientras Rousseff daba su discurso, dos grupos se manifestaban a una cuadra de la ONU; uno de los grupos mostraba pancartas con leyendas que planteaban que la destitución es un golpe de estado, y el otro con pancartas acusando a Rousseff de criminal.
Al terminar su discurso, Rousseff reiteró ante la prensa que es inocente de cualquier delito y declaró que combatirá los esfuerzos que se hacen para destituirla. Añadió que solicitará al bloque comercial del Mercado Común del Sur, que suspenda a Brasil en caso que que el país rompa el proceso democrático con su destitución.
Con información de La Jornada
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