El secretario de Salud, Tom Price, presentó su renuncia luego de ser cuestionado por la opinión pública cuando se dio a conocer que cargó a las arcas públicas viajes en jets privados por más de 400 mil dólares.
El caso de Price, un cirujano ortopédico de 63 años destacado miembro de la derecha médica, antiabortista y contrario al matrimonio homosexual, su destitución ha venido precedida por un escándalo que amenazaba con salpicar al presidente. En pocos meses, el secretario de Salud había pasado a su departamento una factura de más de 400 mil dólares por dos docenas de viajes en jets privados, alguno con un coste de 25 mil dólares.
La desorbitante cifra ha sacudido a la opinión pública. En una Administración empeñada en recortar los programas sanitarios y a la que no le importa dejar a millones de personas sin seguro médico, el descubrimiento de que su máximo responsable de Salud gastaba en exceso dinero público fue visto como un síntoma de corrupción.
En pocos meses han sido fulminados el consejero de Seguridad Nacional, el secretario de Prensa, el jefe de Gabinete, el director de Comunicaciones, el estratega jefe.
Con información de El País
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