Como sacado de cuento de hadas, en un pequeño pueblo rural de Brasil, rodeado por altas montañas, trabajan cientos de hermosas mujeres en busca de amor. Pareciera mitología griega, pero se trata de una realidad que existe en Novoia do Cordeiro, una aldea ubicada al sudeste del país.
En este pueblo, a menos de 500 kilómetros de Río de Janeiro, fundado por mujeres, los hombres son poco comunes y los que viven ahí, trabajan fuera de lunes a viernes, por lo que casi no están, lo que llevó a estas chicas a levantar la voz a varios medios a mediados de el año pasado.
“No besé a un hombre en mucho tiempo. Todas soñamos con enamorarnos y casarnos, pero nos gusta vivir aquí y no queremos dejar el pueblo para ir en busca de un marido. Nos gustaría que los hombres dejaran sus vidas para venir aquí y ser parte de las nuestras. Pero antes tienen que estar de acuerdo con hacer lo que decimos y vivir bajo nuestras reglas”, declaró Nelma Fernandez, de 23 años, al periódico Daily Mail.
A pesar de la falta de hombres en la comunidad, las mujeres de la zona se muestran fuertes y trabajadoras. Rosalee Fernandes apunta que “hay muchas cosas que las mujeres hacen mejor que los hombres. Nuestro pueblo es bonito, organizado, y mucho más armonioso que si los hombres estuviesen a cargo. Cuando hay problemas o disputas resolvemos las cosas como mujeres, buscando el consenso en vez del conflicto”.
La comunidad femenina de Noiva do Cordeiro, que se traduce como la esposa del cordero, tiene una gran reputación desde que su fundadora, Maria Senhorinha de Lima, se instalara en el pueblo cuando fue acusada de ser adúltera y se exiliara de su propia iglesia y casa en 1891.
Con información de Provincia
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