Las 710 hectáreas que ocupa el aeropuerto de la Ciudad de México corren el riesgo de quedar inutilizadas por la falta de trabajos de saneamiento en el Bordo Poniente, que emite gases tóxicos al subsuelo.
Por la cercanía del basurero, “pudiera influir en el uso de los terrenos para edificaciones con controles estrictos de higiene como hospitales e industria alimenticia”, advierte un estudio encargado por el gobierno capitalino.
Las emanaciones a la atmósfera del Bordo Poniente, pondrían en entredicho la posibilidad de construir hospitales o algún tipo de empresa relacionada con los alimentos.
Además, el terreno del AICM tendría que ser sometido a saneamiento para erradicar la contaminación generada por el derrame de combustibles, aceites y otras sustancias a lo largo de los cerca de 85 años que ha dado servicio como terminal aérea.
Con información de Excelsior
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