El primer apodo de Placido Domingo fue “El granado”, que le recuerda al niño en pantalones cortos que cantaba Granada y Ojos tapatíos en el Instituto México frente a Alfonso Ortiz Tirado que fue invitado al colegio… Hace 64 años.
Domingo, de 10 años entonces ya mostraba sus genes musicales, sus padres, intérpretes de zarzuela, le dieron dos vidas, dice: “La normal y la de la música”.
Los años vuelan y “lo que yo tengo, es juventud acumulada”, recuerda esos primeros momentos de su relación con la música durante una entrevista en la que habla sobre su próximo concierto en el Auditorio nacional el 10 de noviembre.
“Son recuerdos entrañables, toda una vida dedicada a la música. Para mí ha sido un privilegio poder hacer una carrera fantástica, podemos decir que mi trabajo es mi hobby (…) No hay nada comparable a vivir en este mundo, donde sabes que tu obligación es hacer feliz a la gente. Lógicamente, cuando haces un concierto y ves a la gente de pie, aplaudiendo, y la ves cantando contigo, la verdad es que es algo extraordinario. Así es que ¿qué les puedo decir? ahí seguimos, con el entusiasmo que tenía aquel niño que iba al teatro a ver a sus padres”.
Con el concierto del 10 de noviembre en el Auditorio Nacional, Domingo festejará su debut en México, hace 55 años. Lo acompañará la Orquesta Sinfónica de Minería con el maestro y pianista norteamericano Eugene Kohn, su hijo Plácido y la soprano mexicana María Katzavara como invitados.
Respecto a sus múltiples roles en la música, señala: “Todo tiene su momento, pero es una satisfacción enorme cantar; ha sido lo que llevo más años haciendo, pero también la labor como director de orquesta es muy grande. Los porcentajes de ambas están distantes: como cantante tengo 3800 funciones y como director apenas 600”.
Se está dando una popularización de la ópera, dijo; Destacó el cariño que le tiene México por su solidaridad tras el temblor de 1985. “Nadie es indispensable, quien ha logrado escribir páginas en la historia no es más que un granito en el desierto o una gota en el océano, y eso es una gran satisfacción”.
No dio detalles sobre el concierto, pero aseguró que quiere dar gusto al público: “En estos programas interpreto romanzas y duetos de ópera de zarzuela, de comedia musical, de opereta y canciones”.
“Por supuesto, todo lo bueno se acaba y me doy cuenta de que estoy más cerca de retirarme, nunca se piensa en ello porque no tienes idea. ¡Hombre!, si ahora me cuesta pensarlo. Pero lógico que habrá que parar un día, pero mientras tenga voz, estaré dando al público todo lo que tengo, con toda el alma, con todo el sentimiento. Hasta que el público venga y me aplauda quedaré satisfecho: esa es mi meta”.
Con información de Milenio
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