Gracias al potente radiotelescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), en el norte de Chile, científicos descubrieron un joven nido de “galaxias monstruosas” a 11,500 millones de años luz que ayudaría a comprender cómo se forman las galaxias, indicó un comunicado del observatorio.
El equipo de astrónomos captó este nido “justo en la intersección de filamentos gigantes que forman una red de materia oscura”, avalando la teoría según la cual estas galaxias se forman en áreas donde hay grandes concentraciones de esa materia.
Explicó que “hace 10 mil millones de años, mucho antes de que se formaran el Sol y la Tierra, había zonas del Universo habitadas por galaxias monstruosas que forjaban estrellas a un ritmo cientos de miles de veces superior al que se observa hoy en la Vía Láctea”.
El observatorio es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón, en cooperación con la República de Chile.
Con información de El Universal
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