Jesús Carlos Ortega Urrea, se convirtió en el primer mexicano condenado a muerte en China, por el delito de tráfico de drogas.
Se le acusa de la producción, distribución y comercialización de al menos 100 kilogramos de metanfetamina que habría sido distribuida en Japón, Australia, Indonesia y varias regiones de China.
Ortega habría creado el laboratorio donde la policía china realizó el decomiso en 2012, el cual estaba ubicado en una granja en Chenzhou, provincia de Hunan.
El mexicano fue notificado sobre su sentencia el pasado 2 de diciembre. Su detención fue considerada por las autoridades de China como “el mayor golpe contra el tráfico de estupefacientes en China en los últimos setenta años”.
Con información de Animal Político
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