La sanitización es un proceso de limpieza que reduce el contenido microbiano, mientras que la desinfección, es un proceso químico que alcanza porcentajes de reducción superiores al 99.99 % de bacterias, hongos y virus.
Cualquier espacio de trabajo o habitacional puede ser objeto de sanitización y desinfección. En la primera se recurre a la técnica de arrastre con detergentes desinfectantes, y se lleva a cabo tras realizar una limpieza profunda con productos químicos.
Ambos procesos, resultan por demás pertinente en medio de la crisis sanitaria que se vive. Si estás pensando en ejecutar procesos de sanitización o desinfección, es importante tomar en cuenta estas cinco recomendaciones que Grupo EULEN te da:
- Para lograr espacios cien por ciento seguros, se recomienda que antes de la desinfección se lleven a cabo los procesos de sanitización.
- Combinar técnicas de desinfección de superficies con la nebulización en frío.
- Elegir un desinfectante de amplio espectro y sumarlo al método de aplicación por nebulización, para desinfectar grandes áreas en cortos periodos de tiempo.
- Al acceso de personas o animales a un espacio desinfectado, debe anteceder un periodo de espera de cerca de cuatro horas. Posteriormente es necesario realizar un arrastre de los restos.
- Asistir con los expertos, ya que la garantía del proceso radicará en contar con empresas profesionales de limpieza y desinfección.
“En la demanda y prestación de soluciones de sanitización y desinfección, es importante que las organizaciones se apoyen en profesionales cuya trayectoria, experiencia y capacidad sean evidentes”, afirma Isaac Hernández, director general de Grupo EULEN México.