Cuando una paciente de tres años del pediatra de Nueva York Greg Gulbransen se dislocó el brazo, él le dijo a sus padres que no la llevaran a un centro de urgencias, temiendo que eso expusiera a la familia al riesgo de contagiarse de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
En su lugar, les dijo que se vieran en el antejardín de la familia, donde volvió a colocar el brazo de la niña en su posición. “Es algo muy fácil de realizar, pero hizo una enorme diferencia para ellos”, afirmó.
Gulbransen ha debido repensar la manera en que ejerce la pediatría en Long Island desde que comenzó la crisis del coronavirus.
“Estamos en el centro de la tormenta”, dijo Gulbransen. Su práctica sigue abierta y ahora recibe a algunos pacientes no pediátricos que han tenido problemas para hallar un médico.
Dijo que reacomodó físicamente su práctica para mantener a los pacientes enfermos lejos de los sanos. Otros ajustes recientes incluyen la telemedicina, aunque no tiene certeza de cómo funcionarán los reembolsos de seguros con tales consultas.
Agregó que le preocupa que sus pacientes pediátricos adquieran las mismas ansiedades que sus padres, así como la salud y bienestar financiero de su equipo.
El estado de Nueva York, el epicentro de la pandemia en Estados Unidos, registraba una cifra de fallecidos por coronavirus que superaba los 10.000 hasta el martes, de los más de 28.000 en todo el país.
Los casos que afectan a niños son “minúsculos en comparación con los de los adultos, aunque algunos de los casos (de menores) pueden ser muy graves”, dijo el Dr. Lorry Rubin, director de enfermedades infecciosas pediátricas en el Centro Médico Infantil Cohen, parte de la red Northwell Health.
Algunas veces niños previamente sanos, a menudo adolescentes, pueden desarrollar neumonía “y eso puede ser grave y posiblemente llevar a la necesidad de apoyo de oxígeno o respiratorio”, dijo Rubin.
Como el sistema de salud de Nueva York está destinando la mayor parte de su capacidad a tratar a los pacientes con coronavirus, Gulbransen no quiere correr riesgos. Su lema es: “Hagas lo que hagas, no envíes a alguien de esta oficina a urgencias”.
Información de Reuters