El rapero español Pablo Hasél, condenado a penas de cárcel por cargos de insulto a la monarquía y enaltecimiento del terrorismo, se atrincheró el lunes en una universidad del noreste de España junto con un grupo de seguidores.
Pablo Hasél tenía hasta el pasado viernes para entregarse y cumplir su condena de nueve meses, lo que ha provocado un gran revuelo en toda España y ha llevado al Gobierno a anunciar que suavizará las restricciones a la libertad de expresión, aunque no su caso en concreto.
“Tratamos de visibilizar lo que está pasando, (…) que se interiorice que esto es un gravísimo ataque contra nuestras libertades, no sólo contra mí”, dijo Hasél, conocido por sus opiniones radicales de izquierda, a Reuters.
Las letras y los tuits de Hasél, que incluían referencias a grupos guerrilleros prohibidos, comparaban a un tribunal con los nazis y llamaban mafioso al rey emérito Juan Carlos, fueron declarados por un tribunal como una incitación a la violencia y un insulto a la monarquía.
Él y una veintena de simpatizantes utilizaron una cadena con un candado para cerrar la entrada principal de uno de los edificios de la Universidad de Lleida, en la comunidad autónoma de Cataluña, donde se atrincheraron. La policía aún no ha aparecido.
“No sabemos si van a venir dentro de media hora o unos días”, dijo el rapero, y añadió que se enfrenta a dos años entre rejas porque no piensa pagar la multa que forma parte de su condena.
En una muestra de apoyo, la artista local Cinta Vidal ha pintado un grafiti en un pueblo cercano a Barcelona en el que se representa a un Hasél cantando y siendo pintado por el rey emérito Juan Carlos con una brocha de rodillo.
“No puede ser que un artista por expresar sus ideas vaya a la cárcel, me parece algo profundamente injusto”, dijo Vidal, de 38 años.
Información de Reuters