La Luna contiene agua helada, según nuevos datos inequívocos de detección, y en su superficie hay numerosos cráteres, incluso muy pequeños, a los que nunca llega la luz solar, donde esta podría estar atrapada de forma estable, lo que puede tener implicaciones para futuras misiones humanas.
“Aún no sabemos si podemos usarlo como recurso, pero conocer sobre el agua en la Luna es clave para nuestros planes de exploración Artemisa”, dijo Jim Bridenstine, el jefe de la NASA.
Nature Astronomy publica hoy dos estudios firmados por científicos estadounidenses, uno de los cuales señala la inequívoca detección de agua molecular (H20) en la Luna y el otro sugiere que aproximadamente 40.000 metros cuadrados de su superficie, de los que un 40 % están en el sur, tiene la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.