Una investigación periodística de ProPublica sacó a la luz un video con las últimas horas de vida de Carlos Gregorio Hernández Vásquez, un joven de 16 años que murió el pasado 20 de mayo bajo custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense (CBP) en Texas.
“Mientras las autoridades de inmigración estaban sentadas, un niño yacía muriendo de gripe en una losa de hormigón en un charco de su propio vómito al lado de un inodoro”, dijo en un comunicado la presidenta de Families Belong Together, Jess Morales Rocketto. “La muerte de Carlos Gregorio Hernández Vásquez fue prevenible”, sentencia.
En el vídeo se puede ver como el joven se encuentra en una celda de la CBP en Weslaco (valle de Río Grande, Texas), donde permanecía aislado junto a otro menor que estaba enfermo y dormía profundamente bajo una manta de papel de aluminio.
La grabación comienza a la 1.20 horas del 20 de mayo, cuando el joven aparentemente duerme sobre una especie de banco de hormigón.
Carlos Gregorio se levantó y se dirigió a la puerta y a la ventana de su celda. Durante unos minutos desaparece de plano hasta que se le ve caer desplomado al suelo. Convulsiona y queda tendido inmóvil durante casi 10 minutos. Se ve claramente que necesitaba atención médica, pero fue ignorado.
El adolescente aún pudo volver a incorporarse para ir al baño que está en la parte superior de la imagen. Allí cae nuevamente al suelo y vuelve a convulsionar hasta quedarse definitivamente inmóvil. El vídeo se corta cuando el reloj marca las 1.47 h y no se restablece hasta las 5.48 h. Carlos seguía exactamente en la misma posición.