Un grupo de 83 personas que formaban parte de la caravana migrante, entró este viernes a Estados Unidos a través de la garita de Tijuana. Según los organizadores de la caravana, es el último gran grupo de los más de 200 migrantes centroamericanos que acamparon el pasado domingo frente al paso fronterizo esperando una oportunidad para pedir asilo en EEUU después de atravesar todo México. Estos migrantes recibieron atención mundial al provocar la ira del presidente de EE UU, Donald Trump, que los puso como ejemplo de la debilidad de las fronteras del país.
En total, 228 personas han sido admitidas dentro de Estados Unidos en esta semana, según confirmó por teléfono Alex Mensing, de la ONG Pueblo sin Fronteras. La gran mayoría son familias y un poco menos de la mitad son menores de edad. Son una parte de la caravana que llegó a juntar alrededor de 1.500 personas a su paso por Puebla. Cuando llegaron a Ciudad de México, se dispersaron en distintos grupos. El más numeroso fue este, de unas 400 personas, que llegó hasta Tijuana el pasado fin de semana con gran atención mediática a su alrededor.
Nada más llegar, el servicio de Aduanas de Estados Unidos informó de que sus centros de detención estaban “al máximo de capacidad” y que los migrantes tendrían que esperar en Tijuana a que se liberaran plazas para poder pasar. Parte del grupo decidió entonces acampar al aire libre junto a la valla. Otros se repartieron en albergues en Tijuana a la espera de su oportunidad. Según Mensing, unas 100 personas se han quedado en albergues o en casas alquiladas en Tijuana. Aproximadamente la mitad de ellos van a estudiar sus opciones de quedarse en México. Los demás aún no tienen bien preparado su caso legal para pedir asilo.
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Periodista. Dedicada a la producción de material multimedia periodístico.