El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició su cuarto día en el hospital militar de Washington donde está recibiendo tratamiento por síntomas de COVID-19 y su estado seguía siendo poco claro el lunes, mientras expertos en salud externos a la Casa Blanca han advertido que su caso podría complicarse.
El equipo médico de Trump, de 74 años, le ha administrado el esteroide dexametasona, que habitualmente se emplea en pacientes con síntomas más graves de COVID-19.
Aún así, sus doctores dijeron a periodistas el domingo que Trump podría regresar a la Casa Blanca el lunes. Incluso si es dado de alta, el mandatario necesitará seguir recibiendo tratamiento, ya que también se le está administrando una terapia de cinco días con el antiviral remdesivir, por vía intravenosa.
El periodo normal de cuarentena para cualquier persona que haya dado positivo del nuevo coronavirus es de 14 días.
El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, reiteró el lunes que espera que Trump sea dado de alta dentro de poco.
“Nos reuniremos con sus médicos y enfermeras para seguir evaluando sus progresos”, dijo Meadows a la cadena Fox News. “Aún seguimos optimistas en que él pueda retornar a la Casa Blanca más tarde en el día”.
Aislado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en las afueras de Washington desde el viernes, Trump ha divulgado una serie de videos en un esfuerzo por dar garantías de su recuperación del COVID-19, una enfermedad que ha infectado a 7,4 millones de estadounidenses y ha matado a unos 209.000.
El domingo, también dejó su habitación en el hospital para ser trasladado en una caravana a fin de saludar a sus seguidores congregados fuera del centro médico. Vestido con una chaqueta de traje, camisa pero sin corbata y con una mascarilla, Trump realizaba su primera aparición pública desde el viernes.
Críticos y expertos médicos han denostado a Trump por esta decisión, que pudo haber expuesto a una infección al personal que lo trasladó en auto fuera del hospital.
Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Trump está 10 puntos porcentuales detrás del demócrata Joe Biden en la intención de voto para los comicios 3 de noviembre. Y alrededor del 65% de los estadounidenses consultados consideró que Trump no se habría infectado si hubiera tomado con mayor seriedad la pandemia.
El doctor Sean P. Conley, médico de la Casa Blanca, reconoció el domingo que el estado de Trump ha sido mucho peor de lo que se admitió en sus inicios. Conley dijo que el mandatario republicano había presentado fiebre alta el viernes por la mañana y que recibió apoyo con oxígeno.
Médicos que no participan en el tratamiento de Trump dijeron que el estado del presidente podría ser más grave de lo que Conley ha dejado ver. En su situación de hombre mayor con sobrepeso, Trump se encuentra en una categoría que tiene más probabilidades de desarrollar complicaciones graves o morir a causa de la enfermedad.
Información de Reuters