Una editorial sueca distribuyó el martes poemas escritos por un librero de Hong Kong que pudo sacar como contrabando desde una prisión en China, donde cumple una condena de 10 años tras ser declarado culpable de proporcionar información de inteligencia de forma ilegal a extranjeros.
“Sería vergonzoso dejar de escribir poemas porque la poesía ha sido enjaulada”, dice en una de las estrofas.
Los temas de los poemas, que están impresos en chino y sueco, abarcan desde un anhelo por los bosques suecos hasta su encarcelamiento.
El ciudadano sueco Gui Minhai, quien nació en China, es el más destacado de los cinco libreros que desaparecieron en 2015, todos vinculados a una librería de Hong Kong conocida por sus textos con información sobre líderes políticos chinos.
Ese tipo de libros están prohibidos en el continente, pero son legales en Hong Kong, una excolonia británica que regresó a China en 1997 con garantías de libertades que no se disfrutan en el continente.
La editorial Kaunitz-Olsson dijo en un correo electrónico que los poemas fueron escritos por Gui en prisión.
Hong Kong estuvo movilizado por meses de protestas callejeras a favor de la democracia, a veces violentas, protagonizadas por manifestantes furiosos que rechazan la intromisión de Pekín en las prometidas libertades de la ciudad. China niega haber interferido en los asuntos de la metrópoli.
Información de Reuters