Si crees que comprar un libro no es lo mismo que conseguir dulces o botanas, estas es un error. Y la muestra está en la calle República de El Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ahí podrás encontrar una máquina expendedora que, en lugar de ofrecer frituras o caramelos, tiene a la venta algunos textos clásicos.
Es una máquina de segundo uso adaptada para el tamaño de los libros; y opera con el sistema ya conocido: introduces las monedas y digitalizas el código del libro que deseas, y listo. Los precios van de los 15 a los 40 pesos.
Se trata de una iniciativa cultural llamada “Expendedora de Letras, Lectura sin Pretextos” de la asociación civil Amigos de la Letra Impresa (ALIAC).
“Es una de nuestras alternativas para el fomento a la lectura. Es hacer disponibles los libros a las personas”, explicó Manuel Torres Pineda, representante legal de ALIAC.
“La metamorfosis” de Kafka, “Veinte poemas de amor” de Pablo Neruda, “La casa de Bernarda Alba” de García Lorca, son algunos de los títulos de la editorial Nueva Época, que se pueden conseguir en la máquina.
Ya no tienes pretextos para decirle no a la lectura.
Con información de EFE y Excélsior
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