María Félix Nava recibía 1.200 pesos cada mes, su principal sustento económico hasta que un cambio burocrático le obligó a abrirse una cuenta bancaria y obtener una tarjeta. Sin embargo, sus 116 años son demasiados para poder ejercer este derecho.
En enero pasado, cuando se disponía a cobrar la ayuda social que le corresponde por su precaria situación económica, se le denegó la operación.
“La normativa cambió y obligó a estas personas a tener una cuenta bancaria individual en la que recibirían su dinero”, explica Miguel Castro, secretario de Desarrollo e Integración Social de Jalisco, el Estado en el que Félix Nava vive desde hace cinco décadas.
Al solicitar la apertura de la cuenta corriente individual y una tarjeta asociada, el sistema de Citibanamex le denegó el trámite por superar los 110 años.
“Me dijeron que ese era el límite” El banco se justifica en un error de calibrado del sistema informático para emisión de nuevas tarjetas. “No estaba calibrado para otorgar tarjetas para mayores de 110 años. Era la primera vez que una persona tan mayor solicitaba”, explica Francisco Cabellero, jefe de Comunicación social de Citibanamex.
Casi tres meses después, el caso llegó a oídos del Gobierno de Jalisco gracias a los medios de comunicación. “Nos enteramos gracias a la prensa local”, relata Castro. “Le extendimos un cheque nominativo y le acompañamos en el proceso. Pero el caso es un ejemplo más de la burocracia; no solo de los bancos, sino también nuestra, de las autoridades: hay 55 personas más que no han podido percibir la ayuda tras el cambio de normativa”, relata el responsable de asuntos sociales de la entidad federativa. “No debe volver a ocurrir”.
Con información de El País
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