El procurador general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se rehusó a responder toda pregunta relacionada con la posible interferencia del presidente en la investigación encabezada por el ex director de la FBI James Comey, frente al Senado.
Sessions declaró: “la sugerencia de que participé en cualquier colusión, o de que estaba enterado de cualquier colusión con el gobierno ruso para dañar a este país, al cual he servido con honor por más de 35 años, o de minar la integridad de nuestro proceso democrático, es una mentira atroz y detestable.”
Agregó que “nunca me he reunido o tenido cualquier conversación con algún ruso o funcionarios extranjeros en torno a cualquier tipo de interferencia con cualquier campaña o elección en Estados Unidos, y aún más, no tengo conocimiento de tales conversaciones con cualquiera conectado a la campaña de Trump.”
Sessions repetidamente se negó a abordar toda conversación privada que ha sostenido con el presidente Trump.
Durante dos horas y media, Sessions respondió a preguntas sobre su decisión de recusarse de la investigación del FBI sobre la injerencia rusa en la campaña de Trump, sus encuentros con el embajador Serguei Kislyak en Washington y su papel y manejo en el despido de Comey.
Afirmó que tomó la decisión de apartarse no porque él estuviera bajo investigación, “sino por regulaciones del Departamento de Justicia que obligan a apartarse a cualquier funcionario que participó o conoció a los involucrados en una investigación.”
Sessions fue el primer senador en apoyar a Trump, y encabezó su equipo de asesores sobre asuntos de seguridad nacional durante la campaña en 2016.
Con información de La Jornada
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