Entre 20 y 50 personas fallecieron por la estampida humana provocada por la policía de la región etíope de Oromiya, que lanzó gases lacrimógenos y disparos de advertencia contra un grupo de manifestantes antigubernamentales durante un festival religioso.
“La gente empezó a correr y algunos cayeron en zanjas de unos 15 metros de profundidad. Otros cayeron encimas de otros, lo que empeoró la situación”, explicó un testigo a la agencia EFE.
El Congreso Federalista Oromo (OFC) –el partido opositor más importante de la región-, criticó la respuesta de las fuerzas de seguridad.
Todo inició durante la marcha en la Irrecha, la gran ceremonia anual de los Oromo, grupo étnico que lleva meses protestando al asegurar que son perseguidos injustificadamente por las autoridades etíopes.
De noviembre del año pasado a la fecha, más de 500 personas han fallecido durante los actos de represión del gobierno y de sus fuerzas armadas. Sobre todo esto ocurre en Oromiya, Amhara y Konso.
La orden dada por el primer ministro de Etiopia, Hailemariam Desalegn, al Ejército fue “tomen todas las medidas necesarias para restaurar la paz y el orden”.
Con información de EFE, Reuters y Excélsior
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