El príncipe Carlos, el heredero “rebelde” al trono británico, enfrentará una batalla para conquistar a los británicos e incluso podría poner en riesgo la monarquía si no modera sus fuertes posiciones cuando sea rey, de acuerdo a un biógrafo.
Carlos, quien cumplirá 70 años la semana próxima, será el monarca de más edad en ser coronado cuando finalmente suceda a su madre de 92 años, la reina Isabel II.
Tom Bower, cuya biografía no autorizada “Rebel Prince” (Príncipe Rebelde) fue publicada a principios de este año, dijo que Carlos es inteligente, amable y sensible, pero también egoísta, ingrato y un amante del lujo, cuya tenacidad podría poner en riesgo a la institución misma.
“Pienso que Carlos tratará de hacer lo mejor para ser un buen rey”, dijo Bower, quien se describe a sí mismo como un monárquico comprometido. “La pregunta será cómo se comporta, si abandona muchas de las cualidades vistas en los últimos 20, 30 años”.
“Creo que la reina y (su esposo) el príncipe Felipe han estado agradecidos de vivir tanto tiempo para evitar que su hijo sea el monarca porque hubiera puesto en peligro” a la casa real, agregó.
Estos retratos tan críticos del príncipe no son nuevos. Desde la ruptura pública de su matrimonio con la princesa Diana en la década de 1990, su estilo de vida y posturas sobre temas como el cambio climático, medicina alternativa y arquitectura han tenido un trato poco favorable.
Bower, cuya biografía estuvo basada en entrevistas con 120 personas, incluyendo a colaboradores cercanos de la realeza, dijo que el príncipe está comprometido con temas como el medio ambiente pero que es incapaz de aceptar críticas.
“Él es muy propenso a criticar a otros pero no puede tolerar a quienes lo desafían”, dijo Bower.
“Es una persona decidida, que sin dudas quiere hacer el bien pero no entiende que las consecuencias de muchas de sus acciones causan muchos problemas y no le gusta que le digan que podría estar haciendo algo mal”, agregó.
Algunos excolaboradores que han trabajado con Carlos dicen que muchas de las historias publicadas en el libro de Bower no son ciertas. El príncipe mismo ha rechazado que él viaje con su propio asiento de inodoro.
“Puedo entender por qué los críticos escribirán (…) negativamente, pero todo lo que están haciendo es tomando una faceta de él y volviéndola lo más negativa posible”, dijo a Reuters un excolaborador de muchos años, que se describió como un gran seguidor de Carlos.
“No es una contradicción tan grande que la gente tenga estas visiones antagónicas de él porque en algún lugar en el medio está el hombre real”, concluyó.
Fuente: Reuters