Con apoyo del PRI, del Partido Verde, del PRD y del PT, siete panistas derrotaron anoche a su dirigente nacional, Ricardo Anaya, para que Ernesto Cordero asumiera la presidencia del Senado y Octavio Pedroza, la vicepresidencia que tenía el anayista Jorge Luis Preciado.
Fueron diez horas continuas de negociación y de tensión, como las amenazas y acusaciones lanzadas por Fernando Herrera a Ernesto Cordero a quien acusó de que a cambio de su triunfo, apoyará al PRI para destrabar la designación del fiscal General de la República.
La elección de Cordero fue parte de un acuerdo político amplio: el PRD se quedó con una vicepresidencia extra; el PT, el Instituto Belisario Domínguez, y el PRI, con su aliado el Partido Verde, tiene los votos necesarios para las reformas y los nombramientos pendientes, como el fiscal general.
Con información de Excélsior
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