El fundador de la familia Michoacana, Carlos Rosales Mendoza, apodado el “tísico” o el “Carlitos”, apareció muerto junto con otras 3 personas en los alrededores de la caseta Santa Casilda en la autopista Siglo XXI de Morelia-Lázaro Cárdenas, de acuerdo con información de la PGJ.
El cadáver de Rosales Mendoza, de 53 años de edad, presenta huellas de tortura y varios impactos de bala.
Detenido en octubre de 2004 por organizar la irrupción de un comando formado por más de 40 sicarios en el penal de Apatzingán para liberar a 25 reos, entre ellos cinco asesinos considerados peligrosos; salió de la cárcel en mayo de 2014 para ser recapturado en agosto de este año y salir libre una vez más al pagar una fianza.
Rosales Mendoza, fue jefe de Nazario Moreno González el “chayo”, Servando Gómez la “tuta”, Enrique Plancarte Solís el “kike y Dionisio Loya Plancarte el “tío”, quienes desertaron de la familia para fundar el cártel de los caballeros Templarios.
Con información de Milenio
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