Bajo la consigna “primero la comunidad, luego los individuos”, en la sierra norte de Oaxaca, la comunidad de La trinidad, ofrece un interesante esquema de trabajo de silvicultura intensiva y producción de muebles.
Se trata de un esquema de reforestación, donde los árboles de pino se plantan para esperar cinco décadas mientras se cuida el bosque que “se limpia y se clarea para que crezcan los mejores árboles”, indica el técnico forestal Abel Martínez. Las materias primas que se obtienen se emplean en fábricas comunitarias para la venta de muebles.
La comunidad impulsa la participación de las mujeres y un ingreso justo, mientras se define cada año los lugares que pueden ser aprovechados mientras otros se regeneran. Este modelo autosustentable también considera otras posibilidades como el comercio de agua embotellada, alrededor de 500 garrafones diarios, que surge del manantial y la fabricación de envases de vidrio que se comercializan en la Ciudad de México.
Con información de La Jornada
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