El Estadio Luzhnikí de Moscú, con capacidad para 80.000 espectadores, fue el escenario del acto inaugural del Mundial de fútbol y alberga a continuación el primero de los partidos de la competición, el encuentro entre la selección anfitriona, la rusa, y Arabia Saudí a las 17:00 horas (horario peninsular español).
A diferencia de otras ceremonias de inauguración del Mundial, la de esta edición del torneo estuvo centrada en los actos musicales y duro solamente media hora, antes de iniciar el partido entre Rusia y Arabia Saudí.
Sus protagonistas fueron el cantante británico Robbie Williams, quien asegura estar “muy contento y emocionado”, y la soprano rusa Aida Garifullina, considerada una de las mejores voces del país.
Williams, uno de los referentes mundiales del pop británico en los últimos años, ha confesado además cumplir un sueño de su niñez con esta inauguración y ha invitado “a los aficionados al fútbol y a la música a que compartan la fiesta con nosotros en Rusia, en el estadio, o a que sintonicen sus televisores un poco antes para disfrutar de un espectáculo inolvidable”.
Por su parte Garifullina, sin duda el guiño más cómplice y emotivo al país anfitrión, ha declarado sobre su participación: “Nunca imaginé que sería parte de esta gran celebración que ocurre en mi propio país. El 15 de julio descubriremos para quién se hará realidad este precioso sueño, en el mismo escenario, después de un festival de fútbol de un mes en Rusia”.
Con información de El País
Periodista. Dedicada a la producción de material multimedia periodístico.