Jeff Bezos, fundador de Amazon y el hombre más rico del orbe, anunció la donación de 10,000 millones de dólares (mdd) a la lucha contra la crisis climática, a través de una nueva fundación, “Bezos Earth Fund”, que comenzará a distribuir los recursos en el verano por medio de becas a personas del mundo de la ciencia, activistas y organizaciones sociales.
“Quiero trabajar con otras personas para amplificar las maneras que conocemos y explorar otras nuevas formas de luchar contra el devastador impacto del cambio climático”, afirmó Bezos en su cuenta de Instagram, donde tiene 1,7 millones de seguidores.
Sin embargo, han comenzado los cuestionamientos y muchos se preguntan si se trata de un engaño para practicar el greenwashing.
La empresa de Jeff Bezos está muy lejos de ser un ejemplo en la lucha climática, por la enorme huella de carbono que genera, que alcanzó en 2018 casi 45 millones de toneladas de dióxido de carbono, similares a las que emiten países como Suecia, Ecuador o Bulgaria.
Amazon se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de emisiones para 2040, sin embargo, no ha puesto fecha al fin de su colaboración con las grandes petroleras como Exxon o British Petroleum. El gigante del comercio online proporciona servicios de inteligencia artificial para que las petroleras optimicen la extracción de crudo.
Además, según la periodista estadunidense Emily Atkin, en su boletín “Heated”, Bezos contribuye directamente a la crisis climática al promover una cultura de consumismo desenfrenado.
Por otra parte, hace menos de un mes, alrededor de 400 trabajadores de Amazon expusieron, en un artículo publicado en la plataforma Médium, su preocupación acerca del papel climático de la empresa y advirtieron de las regulaciones internas de la compañía, por las cuales los empleados que denunciasen públicamente a la empresa por este tipo de actitudes podrían ser despedidos.
El mismo grupo de trabajadores aplaudió, a través de su cuenta de Twitter, el anuncio de Bezos, pero recordó que “una mano no puede dar mientras la otra quita”, en referencia a la connivencia con las empresas de combustibles fósiles. También, criticaron que la empresa financie a think tanks negacionistas como el Instituto de Empresas Competitivas.
La donación de Bezos es para muchos investigadoras y activistas, un elemento clave en su trabajo. Sin embargo, las donaciones filantrópicas pueden también responder a motivos diferentes de la generosidad, al ser una estrategia de relaciones públicas.
Los compromisos empresariales conocidos como Responsabilidad Social Corporativa sirven, para dar cobertura moral a actuaciones socialmente reprobables.
Una de estas actuaciones es la evasión de impuestos, a menudo legal. Amazon aprovecha vacíos legales en las legislaciones de los países donde funciona, para reducir la cantidad de impuestos que le correspondería pagar.
Según el medio estadunidense Politifact, Amazon no pagó impuestos federales en los Estados Unidos en 2017, ni en 2018, y aunque sí lo hizo en 2019, cubrió alrededor de 1.2% de impuestos, muy por debajo del 21 por ciento establecido por la ley del país.
Con información de Notimex