Mientras avanzan los Juegos Olímpicos de Río 2016, conocemos más historias sorprendentes sobre los competidores.
En esta ocasión, nos sorprendió la historia del estadounidense Anthony Ervin, el nadador de 35 años que se llevó la medalla de oro en los 50 metros estilo libre.
No es la primera presea olímpica que obtiene, ya que en las competencias de Sidney 2000 consiguió el mismo reconocimiento.
Sin embargo, en 2004 el joven de 23 años decidió abandonar su sueño deportista. Desde entonces, todo ha sido una montaña rusa.
Desde joven, el nativo de Nueva York demostró varios talentos, entre ellos los musicales. Por ello, armó su banda de rock con la que estuvo durante esos años. Así el mundo de la música también lo llevó a otro cliché: trabajar como tatuador.
Pero eso no lo libró de sus propios fantasmas, ya que se sabe que el medallista intentó suicidarse con tranquilizantes tras un episodio de depresión.
Incluso, en aquellos años vendió su medalla de oro en Ebay por 17 mil dólares. Pero no se asusten, sino que lo hizo como un acto de buena voluntad, ya que lo donó para ayudar a las víctimas del tsunami de 2004 en Tailandia.
Pese a todo, Ervin regresó a las piscinas en 2011 para conseguir su pase olímpico para Londres 2012. Y 16 años después de su primer triunfo, en Río consiguió repetir la medalla de oro.
“Me reí. Es casi absurdo pensar que fui capaz de hacerlo otra vez”, contó el deportista tras conocer los resultados. Incluso bromeó al afirmar que se trata del más viejo de su delegación, ya que ahora tiene 35 años.
Antes de continuar con su carrera, Anthony quiere conocer a su hija, cuyo nacimiento ocurrió el mes pasado durante las pruebas clasificatorias en Estados Unidos, mismas que no le dejaron tiempo para poder acercársele.
“Ha sido como un rayo. No he tenido oportunidad de conocerla todavía. Intenté enviarle un mensaje después de mi carrera”, relató.
Con información de BBC Mundo
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