El candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador (AMLO) busca erradicar la corrupción “como se barren las escaleras: de arriba abajo” debido a que el problema depende de la “voluntad política” del presidente de la República, como él estableció en su discurso hecho en Xochimilco.
En su discurso de 45 minutos, pasó explicando como la intolerancia a la corrupción debe empezar con el Presidente, pero nunca hizo hincapié en la estrategia que hará para evitar esto.
Durante su último evento antes del debate presidencial, del día de mañana, continuó diciendo que recuperaría la capacidad de inversión si para la pérdida que México tiene por corrupción, de 500 mil millones de pesos al año, cantidad que dio ante la población, aunque el Banco Mundial calculó que es el doble.
Siguió con las promesas de parar el aumento de impuestos, “gasolinazos”, parar las pensiones a expresidentes durante sus seis años de presidencia, añadió que vendería los aviones y helicópteros del gobierno.
Continuó, atacando a Enrique Peña Nieto, comentando que Los Pinos es una “casa embrujada” y su intención de no vivir ahí, si es electo Presidente, su propuesta es convertirla en una casa de cultura.
Todas las propuestas y promesas que AMLO dio fueron sin compartir ninguna estrategia de cómo lo lograría