La comandancia municipal de Papantla, Veracruz, fue intervenida por elementos del Mando Único y agentes federales para interrogar a 41 policías municipales, 7 de los cuales, tenían órdenes de aprehensión pendientes por la desaparición de tres jóvenes.
Noé Martínez López, Luis Humberto Morales y Alberto Uriel López fueron detenidos por la patrulla 084 mientras circulaban por la ciudad de Papantla. Los forzaron a subir a las unidades 060 y 061 y desaparecieron.
Días después, la madre de Alberto Uriel, recibió una llamada telefónica en que le decían que buscara a su hijo en la Sedena de Tuxpan, pues estaba “detenido por un delito federal”.
El arresto de los policías se dio al tiempo que los familiares de las víctimas realizaban una protesta en el centro de Papantla para exigir la localización de los jóvenes.
El fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras, dijo en conferencia de prensa que hay más órdenes de aprehensión y se siguen varias líneas de investigación, entre ellas, la hipótesis de que los jóvenes hubieran sido entregados a bandas del crimen organizado; además informó que el coche en que viajaban los tres jóvenes, tenía reporte de robo del 12 de marzo.
Con información de La Jornada
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