Dos mujeres acusaron al candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, de acoso sexual.
Según una nota publicada por el New York Times la tarde de este martes, una de las presuntas víctimas es Jessica Leeds (ahora de 74 años) quien quiso golpear la televisión cuando escuchó que el aspirante negó haber tocado a una mujer sin su consentimiento, en el debate pasado.
Ella cuenta que hace tres décadas durante un viaje de negocios, le tocó volar con el magnate ya que se ofreció la oportunidad de intercambiar su lugar por uno en primera clase. Fue ahí cuando lo conoció por primera vez.
Luego de 45 minutos de plática, Trump intentó tocarle los senos y meter la mano debajo de su falda.
“Era como un pulpo… Sus manos estaban en todos lados”, dijo la mujer al recordar los hechos, mismos que califica de “asalto”. Después de la agresión, Leeds regresó a su asiento original.
“Estaba enojada y en shock”, recuerda antes de señalar que no denunció los hechos porque en la década de los 70 y 80 este tipo de acciones pasaban a menudo, “los aceptamos por años… Nosotras pensábamos que era nuestra culpa”.
Otra mujer llamada Rachel Crooks también contó su anécdota que ocurrió cuando era recepcionista de la Torre Trump en Manhattan.
Según relató, un día el republicano la vio y no tardó en presentarse. Entonces se dieron las manos, pero Trump no la dejaba ir. Le besó las mejillas y luego “me besó directamente en la boca”.
Para Crooks, ese acto se sintió como una violación, “fue tan inapropiado”.
“Estaba tan molesta de que él pensara que yo era tan insignificante que podía hacerlo”, sostuvo. En cuanto llegó a su departamento, su novio Clint Hackenburg la recibió y preguntó cómo estuvo su día; la mujer entonces se soltó a llorar.
“Creo que por más enojada que estuviera porque la besó, ella sentía que no podía hacer nada por su puesto. Ella tenía 22 años, era secretaría, era su primer empleo al salir de la universidad. Recuerdo que ella dijo ‘no puedo hacer nada contra él, porque es Donald Trump’…”, explicó Hackenburg.
Durante el año en el que Crooks trabajó para Trump, trató de evitarlo a toda costa, incluso rechazó la invitación a la fiesta de navidad de la Organización Trump.
Según el rotativo, ambas mujeres no denunciaron los actos con las autoridades, pero sí lo hicieron con sus amigos y familiares, sobre todo después de que supieron de su candidatura presidencial.
Si quieres leer el artículo completo, acá te lo dejamos: http://www.nytimes.com/2016/10/13/us/politics/donald-trump-women.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=first-column-region®ion=top-news&WT.nav=top-news&_r=0
Con información de New York Times
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