El político, que arrasó en las elecciones de julio, asumirá este sábado por un periodo de seis años como el primer presidente izquierdista en décadas en México, con la promesa de combatir la extendida violencia que azota al país, desterrar la corrupción y disminuir la pobreza.
“En materia económica, lo que viene es una nueva política (…) No vamos a gobernar sólo para los mercados financieros”, dijo en una entrevista publicada este viernes en el diario La Jornada.
Desde que resultó electo, algunas de sus decisiones, como la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México e iniciativas de su partido Morena en el Congreso han golpeado a los mercados y sus críticos temen que lidere con un tono populista y sus planes comprometan las finanzas públicas.
Su equipo económico ha salido a tratar de calmar a los mercados y dar certidumbre sobre la política pública de López Obrador, conocido como AMLO.
El presidente electo dijo a La Jornada que su gobierno se abocará a “rescatar” al sector energético, que sufrió una profunda reforma en el gobierno saliente y por la que se eliminó el monopolio de empresas estatales en el sector, que se abrió casi por completo a la inversión privada.
“El plan energético diseñado en el periodo neoliberal no se va a llevar a cabo. Eso es muy claro”, agregó citado por el diario.
López Obrador dijo que proyecta que la menguante producción de crudo de México toque un piso de 1.5 millones de barriles por día (bpd) a mediados del 2019 y que de ahí crezca a 2.4 millones de bpd a finales de su gobierno.
También dijo que no se realizarán más rondas de contratos petroleros, pero no dio más detalles.
“Lo que queremos es rescatar a Pemex y a la CFE. Nuestro plan es recuperar las industrias petrolera y eléctrica”, subrayó.
Con información de Reuters