Según el informe “Desarraigados” del Fondo de Naciones Unidas (Unicef) presentado esta semana en Nueva York, al salir –en su mayoría- solos de su hogar, estos millones de niños se enfrentan a grandes riesgos, como el tráfico de personas, desnutrición, abusos y violaciones, además de asesinatos o muerte imprudencial.
28 millones de niños huyen de guerras y otros conflictos; de esta cifra, 17 millones buscan protección en su propio país y 11 millones salen al extranjero. Los otros 20 millones solo salen de casa para encontrar mejores condiciones de vida.
“Los niños no tienen la culpa de las bombas y las balas, de la violencia entre bandas, de la persecución, de las cada vez más pobres cosechas o los bajos ingresos familiares, pero ello les obliga a abandonar su hogar”, apunta el documento sobre todo por la situación en Siria y Afganistán.
También el informe explica que el número de niños refugiados se ha duplicado en los últimos 10 años, ya que cada vez hay más menores que prefieren arriesgarse a quedarse en casa.
La mayoría de los migrantes menores de 18 años radican en Estados Unidos (3,7 millones), y le sigue Arabia Saudi (2 millones) y Jordania (1,4 millones). Sin embargo, la Unicef reveló que la mayoría de los niños refugiados podría vivir en Turquía aunque no se tienen los datos precisos.
“Cada imagen, cada niña y cada niño representa a millones en peligro. Nuestra empatía por casos concretos debe ir unida a acciones en beneficio de todos”, sostuvo el organismo.
Con información de DPA y Excélsior
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