London Fashion Week son tres palabras que describen no sólo el calendario de los desfiles londinenses, sino que significan mucho más para un fashionista: show y diversión. Precisamente porque la ciudad es una de las piezas clave de la industria de la moda. Sus streetstylers compiten directamente con los de Nueva York, y la city europea bulle con nuevos iconos de etilo y musas, supermodelos, chicas y chicos it, diseñadores y firmas del high end.
Son muchas las firmas que han desfilado por Londres, pero me centraré en dos desfiles a los que he tenido el placer de asistir y que definen perfectamente la moda de la capital británica:
Burberry
Christopher Bailey, director creativo de la casa británica por excelencia, elige como marco de su desfile la espectacular Makers House del Soho, antigua librería Foyles. Presenta una colección inspirada en la época isabelina y en las obras escultóricas de Henry Moore, definidas en formas curvas y hombros inspirados en las estatuas de bronce fundido.
Piezas icónicas, como el famoso abrigo Burberry, se muestra esta vez ajustado hasta la cintura cayendo desde ahí en drapeados que definen un bajo irregular, que contrasta con un escote abierto y pronunciado que deja lugar a la seducción y feminidad. La visión de Bailey bebía de la obra de Moore. También versionó los famosos hombros, que ya tuvieron su importancia cuando Thomas Burberry hacía casacas para el ejército.
La segunda parte del desfile dejó clara la influencia isabelina con prendas ornamentadas principalmente en los hombros con volantes y en cuellos con abalorios que caían en cascada sobre los hombros, mangas y puños XXL y algunas gorgueras tan espectaculares que no tenían nada que envidiar a las vestimentas reales de la propia Isabel I o aquellos aristócratas de los retratos holandeses de principios del siglo XVII.
Dentro de la gama de colores que podemos apreciar en BURBERRY se encuentran los tonos blancos, beiges, azules, marrones y negros. La superposición de telas y texturas predomina en cada uno de los looks al igual que las rayas y los detalles marinos.
Mulberry
Johnny Coca, director creativo de la marca, echó la vista atrás inspirándose para su colección en la historia y cultura de Gran Bretaña que conforman el núcleo de la identidad de Mulberry, basándose en un marcado estilo inglés y logrando que las prendas más tradicionales tuviesen un guiño moderno.
El lugar elegido para el desfile fue la lonja de pescado Old Billingsgate junto al Támesis. Las protagonistas fueron las prendas de cuadros – chaquetas como las que se visten en las zonas rurales y de caza- y tan usadas por Margaret Thatcher en los ochenta.
Las siluetas eran preferentemente oversize, el tejido dominante una lana de alta calidad y los accesorios en rica piel –botas y bolsas- eran de corte moderno consiguiendo que el total look reflejase a una mujer moderna que no pierde sus orígenes británicos y galeses luciendo actual.
En cuanto a los colores, la gama de terrosos -verdes, mostazas, marrones y violetas- predominaban en los looks, que sin duda no dejaron indiferente a los asistentes principalmente en una segunda parte del desfile en la que el estilo boho-chic hizo su aparición para poner el broche final.
Las más importantes trendsetters como Kate Bosworth y Olivia Palermo, junto con Las hermanas Geldof, Alexa Chung, Rita Ora y Lana del Rey, entre otras, se dejaron ver en el front row de los principales desfiles, luciendo sus outfits más estudiados que las hacen destacar entre las it girls del momento.
Al mismo tiempo jóvenes anónimos intentan sorprender con sus outfits a los fotógrafos asistentes al evento para lograr la tan preciada publicidad mediática en la que sin duda es la semana de la moda europea más vanguardista y creativa.
Por Carmelo García
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Consultor de Imagen y Personal Shopper
Administrador de empresas de profesión y amante de la imagen y la moda desde que tengo uso de razón. Creo fielmente en que todo sucede en el momento que tenga que suceder.
Después de graduarme de la Universidad del Pacífico en Perú, en el 2011, trabajé para diferentes multinacionales. No fue hasta el 2016 que tomé la decisión de cambiar de rumbo y desarrollarme como Asesor de Imagen y Personal Shopper, con estudios realizados en la Maison Aubele, en Buenos Aires, y en IDIP Instituto de Imagen Profesional, en Ciudad de México. Actualmente, me desempeño también como colaborador en IDIP, en donde he tenido la oportunidad de colaborar con organizaciones como Miss CDMX, Google y MBFWMx. Considero que todos podemos y merecemos sentirnos bien, tanto por fuera como por dentro. Y es lo que pretendo lograr con mis clientes siempre.