Hoy quiero dar las gracias a todas esas personas que han compartido su tiempo, su amistad y su cariño conmigo, que hemos podido coincidir algunos años o algunas horas en este camino. Gracias por todas sus enseñanzas por hacerme comprender que nada es fortuito, que coincidimos por alguna razón, ya sea para aprender una lección de vida o simplemente para tener la oportunidad de tender tu mano a quien lo necesita.
Gracias, a mi Familia por estar siempre, en los momentos de tristeza y desolación, gracias por nunca dudar y sostenerme siempre, por encontrar en ellos la fortaleza cuando pensaba que todo estaba perdido y sentía que mi vida se partía en mil pedazos sin remedio. Gracias por ser mis cómplices en la vida.
Gracias Madre, por no dejar que abandonara nunca mis sueños, y sacudirme cuando lo necesitaba y así poder entender, que nada es para siempre que las cosas malas pasan y que es mejor enfrentarlas con la cara en alto y sin temor.
Gracias a mis hijos, por enseñarme a sentir amor incondicional ese que entregas a manos llenas sin esperar nada a cambio, ese que se va alimentando cada día con sonrisas y besos pegajosos. Gracias por enseñarme que el amor de madre es infinito y que mientras mi corazón lata estarán en mis pensamientos.
Gracias a mi esposo, por ser el mejor compañero de vida, por tomarme de la mano y nunca soltarme, por cada sueño compartido, por luchar cada instante por nuestra familia sin titubear ni un segundo.
Gracias Dios, porque sin ti nada de esto sería posible, gracias por la vida, porque me has dado muchas oportunidades de tenerla y de permitirme tener a mis hijos cuidarlos, guiarlos y tener el gran privilegio de verlos crecer. Gracias por rodearme de gente maravillosa que me ha tendido su mano cuando más lo he necesitado. Gracias por gozar de salud de poder caminar y ver el cielo de respirar de sentir la lluvia en mi cara, porque sé que cada una de las cosas que tengo son una bendición.
Por eso hoy y siempre te quiero dar las Gracias, por cada instante vivido por cada lagrima, por cada enfermedad, por cada problema, por cada perdida que he tenido en mi vida, por cada triunfo, por cada sonrisa porque gracias a todas estas experiencias me he convertido en la persona que hoy soy.
Gracias por permitirme abrir los ojos hoy y poder decirte, Gracias.
¡Hola! Soy Mamá Pereyra, tengo dos hijos y en lo profesional me dedico a administrar restaurantes, una tarea nada fácil, pero me gusta mucho lo que hago. La mayor parte de mi tiempo trato de dedicarlo a mis hijos, pues estoy convencida que la familia es lo más importante. La vida me ha dado cosas hermosas que trato siempre de transmitir a los demás, me gusta ser solidaria y responsable con todo lo que hago. Disfruto mucho a mis amigas y a mi familia pues es lo más valioso que tengo.