Parece mentira que una de las películas más discutidas del año creó la abrumadora mayoría de su revuelo antes de siquiera estrenarse. Esto es más una observación sobre el estado actual del discurso crítico y no necesariamente de la naturaleza del filme, que a final de cuentas no es más que otra comedia de Hollywood.
Se trata de ‘Cazafantasmas’ (‘Ghostbusters’, d. Paul Feig), una producción que trae más mala leche a cuestas que una procesadora de yogurt. Desde que se anunció la idea de hacer una nueva versión de la cinta original de 1984, esta vez con un elenco femenino en los roles protagónicos, las redes enloquecieron con manifestaciones a favor y en contra. El primer bando aplaudió la idea de incluir a cuatro comediantes extremadamente exitosas en el reparto. El segundo decretó que esta película era peor que una cinta snuff protagonizada por tus seres queridos. Reitero: Así el nivel de discusión.
Esta cinta arranca con los temas familiares para una cinta que combine el humor con lo sobrenatural. La visita guiada por una residencia clásica neoyorquina revela la presencia de un fantasma, y el propietario de la vivienda contacta a una supuesta experta en estas cuestiones después de una búsqueda en Google.
Se trata de Erin Gilbert (Kristen Wiig), quien desea a toda costa olvidar esa primera etapa de su carrera científica en la que se preocupaba por manifestaciones fantasmagóricas, pues está luchando por una plaza magisterial en una prestigiada universidad. Gilbert fue coautora de un libro sobre fantasmas que ella creía olvidado, pero que ha vuelto a circular a la venta debido a la iniciativa de la otra escritora, Abby Yates (Melissa McCarthy).
El reencuentro entre las amigas es tenso, pues mientras Abby sigue trabajando con ahínco para demostrar que los fantasmas existen, Erin sólo quiere seguir adelante con su “aburrida” vida como científica seria. Yates tiene una nueva colega, la excéntrica y brillante Jillian Holtzmann (Kate McKinnon), quien tiene una enfermiza fascinación por el aspecto tecnológico de la ciencia.
Aún discutiendo sobre el retiro de circulación del libro, las tres mujeres visitan la mansión embrujada y experimentan de primera mano un encuentro fantasmal. Erin se reencuentra con su vocación (a costa de su trabajo), Abby y Jillian la convencen de unirse a ellas como investigadoras de lo sobrenatural y muy pronto establecen un poco promisorio negocio propio.
Es en esta parte del proceso cuando conocen a Patty Tolan (Leslie Jones), una vociferante empleada del metro neoyorquino que también ha estado viendo fantasmas. La experiencia de esa primer “cliente” con respecto a la historia y trazado de la ciudad (además de que puede conseguirles un auto para mover su pesado equipo) le vale la incorporación al grupo, que se completa tras contratar a Kevin (Chris Hemsworth), el recepcionista más inepto de la historia pero con una pinta de galán geek que conquista a la que se ponga enfrente.
A continuación se suceden una serie de eventos que involucran a Rowan (Neil Casey), un extraño individuo que realiza trabajos meniales pero que parece extrañamente familiarizado con un devastador plan para liberar a los espíritus en pena de toda la ciudad para causar caos y destrucción a gran escala. Vamos, la clase de conflicto que esperarías en una película así. La historia progresa con el desarrollo gradual de las Cazafantasmas como un grupo eficiente para librar a la ciudad de Nueva York de su problema con seres del más allá, mientras vemos que la amenaza estructurada por Rowan va cobrando forma poco a poco.
A estas alturas seguro notarás que la película suena predecible y formulaica. Y no te equivocas. Me he estado preguntando si ‘Cazafantasmas’ está recibiendo las calificaciones correctas y objetivas tanto de los críticos como de la audiencia, basándome en el hecho de que todo mundo parece tener muy presente la cinta original para fines de comparación. He terminado por abstenerme de leer opiniones al respecto con la idea de tener el juicio en su lugar para decir qué funciona y qué no del producto terminado.
Comencemos con las malas noticias: No es una buena película. El principal problema es el mismo que ha aquejado a la abrumadora mayoría de los decepcionantes estrenos de este verano… un guion olvidable. Esto resulta decepcionante tratándose de una película dirigida por Paul Feig, quien hasta el momento se había cuidado de abordar filmes con historias fáciles de asimilar, llenas de ingenio y con personajes sumamente entrañables.
Pero esta vez se queda corto. ‘Cazafantasmas’ es medianamente efectiva como comedia, con algunos gags bien logrados y chistes oportunos, pero en el fondo no es superior a una docena de productos similares que se producen de forma casi automática hoy día. Los efectos visuales tampoco son nada espectacular, aunque hay una secuencia de acción al final donde lucen convincentes. Pero hasta ahí.
En lo positivo hay que decir que las cuatro protagonistas cumplen bien con la complicada encomienda. Uno pensaría que Wiig y McCarthy se llevarían la película basándonos en sus respectivos éxitos recientes, pero en mi opinión Jones y en especial McKinnon son quienes sobresalen, con muchos de los mejores diálogos y una abundancia de pequeñas reacciones que se acumulan en interpretaciones entretenidas.
Hemsworth también hace un buen trabajo en su rol, al igual que muchos de los personajes incidentales (muchos de ellos llegados directamente de la película de 1984). Pero partiendo de un guion flojo también encontramos motivaciones confusas, roles carentes de definición y un conflicto que jamás logra preocuparnos demasiado.
Así es como culmina una historia que inició con tintes de misoginia, racismo, intolerancia, sexismo, bullying, incomprensión y división de opiniones. Es una pena que la discusión sobre una película (que pudo ser brillante) termine de una manera tan anticlimática, pero hay que aceptar a ‘Cazafantasmas’ como lo que es: un microcosmos de los grandes problemas creativos que afectan a toda una industria. Ni hablar, ahora a esperar que algún “genio” decida revivir a ‘Alf’…
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He dirigido revistas como Men'™s Health, ESPN Deportes y SOBeFiT, pero mi pasión es ver, analizar, diseccionar, eviscerar y disfrutar películas, tanto en el podcast Finísimos Filmes como en diversas colaboraciones y columnas. Maté a un hombre en el ring. OK, quizá no, pero sería una gran historia'¦