Nicolás Alvarado, ex comentarista de Carlos Loret de Mola en Televisa y hoy Director de TVUNAM, siempre ha sido un cretino engreído, de esos tan grises que no destacan ni en el yerro. Por ello sorprende su arremetida a evidenciarlo como si buscara salir del closet de la imbecilidad. Envalentonado y echando el cargo público por delante, salió a patear cenizas portando un exclusivo traje inexistente. Desnudo, afiló críticas contra el ídolo: torpe, chambón, naco, iletrado, elemental… Así, escogió entre sus fobias las vigas más grandes de sus ojos, un autodenominado clasista ‘snob’ (incapaz de producir una columna de 3,500 golpes sin errores: ‘cancionesque’ de esas que marca el corrector en rojo… ni la broma).
Algunas precisiones de rigor:
- Error pintarse como un conocedor con gustos exclusivos y cultos escribiendo: “soy uno de los poquísimos mexicanos que no asumen a Juan Gabriel como un ídolo”: ignora que ello no está sujeto a su criterio, pues un ídolo se define como “Persona o cosa amada o admirada con exaltación”: los miles que ya están esperando a Juan Gabriel en Bellas Artes muestran la primera y más grave señal de ignorancia: ignorar el significado de las palabras que usa.
- Afirmar que dos canciones bastan para juzgar el trabajo de un autor tan prolífico es una falta de respeto a sí mismo, al artista y al lector. Además de ser un “chambón” acto de pereza y falta de rigor crítico, resulta una insultante bofetada de ignorancia culpable cuando están a disposición cientos o miles de sitios de internet para estudiarlas. Incomoda que no haya ni una palabra sobre su música, sobre la forma en que maneja melodías y acentos (en la música existen al menos 5 tipos de acentuación). No se pregunta (ni a sí mismo) por qué sus frases son tan sólidas, enfáticas e inolvidables.
- El esfuerzo de “Pacho” por sacarlo del error es superficial y soslaya la dimensión de su ignorancia. Al contrario, loa aún más su inexistente vestimenta culterana deslumbrándolo con palabrejas que sin llegar al neologismo son simples barbarismos del “mainstream”.
- Hablar de lentejuelas no es cosa fácil. Elton John, Gloria Gaynor, Earth Wind and Fire, Bee Gees… ¿cuál es la diferencia? Leo un subtexto discriminatorio que suena bonito como “clasista” o “snob”, pero no es más que por raza, por lana, por mexicano y por maricón (aunque lo niegue), que censura las lentejuelas de Juanga.
¿Las letras de Louis Armstrong o las de Ira Gershwin en Porgy & Bess son elementales, iletradas y faranduleras? ¿Las lentejuelas no eran jotas ni nacas en el camionero Elvis Presley? Su peor yerro es no identificar su problema, pues no es discriminación clasista ni “snob”, sino ignorante y carente de sofisticación alguna… Naco, diría él.
Lo más naco de sus lentes no es que sean inadecuados para la forma de su cara, el color de su piel ni el resto de su vestimenta, es que le dan una visión con menos clase que la que acusa. Desnudo de talento, cultura y perspectiva, perdió de vista que lo menos relevante cuando se habla de un artista es el gusto personal.
La diferencia entre Boris Vian (autor de J’suis snob, rolísima con la que despide su prestigio Alvarado) y Nicolás, es que el primero era un genio novelista, dramaturgo, poeta, ingeniero, periodista, traductor y jazzista: que apreciaba la música de los esclavos, ya no digas nacos… el segundo, pues no. Se parecen en que ambos tenían una tele que hallaban fascinante cuando se miraba por atrás. Nico, si te pierdes el chiste, te conviertes en chiste… la canción es una sátira.