Abuelas, las otras mamás, las abuelas, esos seres increíbles que para muchos han sido y seguirán siendo ejemplo de amor y de vida.
Las abuelas con joyas envueltas sabiduría, son esas personas que te cuidaron cuando tus padres no pudieron, cuando naciste, tu abuela volvió a ser madre, pero diferente, ahora sin prisas, con un amor más libre y disfrutable.
Las abuelas son cuentos, historias vivas, de familia, de las raíces, de tu sangre.
Son el origen de la sazón, de recetas, de sabores, son quienes hacen de la cocina el lugar de las grandes reuniones, que igual preparan un atole, un chocolate de molinillo, un pastel (nunca de caja), tortillas de harina o un menjurje para quitarte desde la tos, la gripa o hasta un duro golpe.
Porque no hay amor más grande de una madre, que cuando se vuelve abuela, ellas son madres por partida doble; las abuelas eternos cómplices de juegos, de golosinas, de ver TV en desveladas cuando te quedas en su casa.
Y por si todo esto no fuera poco, tu abuela fue quien te dio la madre que tienes hoy.
A todas las abuelas, abuelas de todos los tiempos, de todas las épocas, a las que están a nuestro lado, a las que nos cuidan desde arriba, a mi abuela.
Para las abuelas que ya se fueron pero siguen aquí:
“Carta de un Ángel a sus seres queridos”
Me gusta la comida de la Abuela Licha, pero no sus bastonazos. #MiAbuelaEsMiTroll
Eterno admirador de las mujeres y de mi vecinita que acá entre nos, se parece a Salmita Hayek.
Hablo latín, latón y lámina acanalada.
Me invitaron a la última película de Quentin Tarantino pero no traía para la entrada, además no me gusta la sangre, por eso mejor me fui a comprar unos tacos de tripitas.
Si esperas encontrar alguien que escriba bien y bonito, ya te fregaste...yo no'más cuento historias.