Imagine mi querid@ lector@ que es invierno y anda patinando en un lago, que el agua del lago está congelada, luego, sin saberlo, se acerca a una parte en la que le superficie está delgada y usted cae dentro del agua que no está helada, sino heladísima.
Dicen, cuentan, que caer dentro de un lago con el agua casi congelada es un dolor que se siente en cada uno de los músculos, tendones y huesos, que cala tan profundamente que se escucha crujir el cráneo y se siente como como si miles de agujas se clavaran por todo el cuerpo hasta los huesos, el dolor es tan intenso que los músculos, el cuerpo entero se paraliza y la voz es difícil de que salga.
Así, de esa manera, en estos momentos, en los Estados unidos, millones de mexicanos indocumentados están sufriendo por un “hielo”, igual de frío, cruel y despiadado…o quizá más.
Nuestros paisanos están sintiendo esas miles de agujas y su cuerpo igual se les paraliza y su voz se ahoga, por otro tipo de hielo, me refiero al tan temido: “ICE” (Inmigration Customs Enforcement)
Si, el ICE o como algunos de los paisanos le llaman, “el hielo” se ha convertido en uno de los mayores temores de nuestra gente que radica de aquel lado.
La Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), ha separado a miles de familias, realizado cientos de redadas con gente, seres humanos que lo único que buscan, es tener la oportunidad que su país les negó, gente que se levanta desde muy temprano para tener un mejor futuro para sus hijos, un futuro que acá de este lado lo veían cada vez más oscuro.
Meseras con miedo de que sus patrones se molesten y los acusen de ilegales, jardineros que trabajan haciendo arte con sus tijeras de podar, todos terminan escondiéndose en donde pueden, como pueden para evitar al hielo (ICE).
Caer en las manos del “ICE” se ha de sentir así como caer en un lago de agua helada, con hielo, y esa misma sensación será para quien atrapan como para su gente que no lo verá más.
Trabajando en el “ICE” hay latinos, hijos de inmigrantes deteniendo a mexicanos, latinos en lugares como California, Texas, Arizona, Florida, Virginia, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Nueva York y Oklahoma; y la actividad de estas autoridades migratorias va en aumento.
¿Qué pasará por la cabeza de los que atrapan, de quienes lo pierden todo, a quienes separan de sus seres queridos? ¿Cómo será la vida de un joven deportado a México no tiene papeles en Estados Unidos pero que ha vivido ahí desde pequeño? ¿Este es su país o aquel?
Capturas, niños y niñas quedarán llorando porque su mamá o su papá ya no regresarán, pero ni hablar, ahora sí que al “hielo” eso no le importa y menos al tío SAM.
Pero… ¿quieren un dato más frío todavía?, en México, el país que se siente “agredido” por las deportaciones de los mexicanos en Estados unidos, hace lo propio con los inmigrantes que pasan por estas tierras con la intención de llegar al otro lado; pues nuestro país deporta a 9 de cada 10 centroamericanos.
En el 2016, México deportó a más de 100,000 centroamericanos indocumentados que buscaban llegar a Estados Unidos.
En pocas palabras nos hemos vuelto el muro vivo a favor de Estados Unidos, ese muro que tanto odiamos y del que estamos tan en contra, somos una máquina de deportación y nos quejamos de las deportaciones a nuestros paisanos, ahora sí que como decía mi padre, “nos gusta hacer, pero que no nos hagan”.
Ya de plano hay cosas que ya no entiendo, como el inglés, y díganme si no, por ejemplo, “Ice” es Hielo, Yellow es Amarillo, Amarillo está en Texas y Texas era de México.
Por último y de favor mis cuatro lectores, de favor, vean este video, IMPERDIBLE, de “La Santa Cecilia y está dedicada a los inmigrantes, se llama: Ice El Hielo”
¡ Nos vemos la próxima semana ¡
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Foto:Reporte43
Me gusta la comida de la Abuela Licha, pero no sus bastonazos. #MiAbuelaEsMiTroll
Eterno admirador de las mujeres y de mi vecinita que acá entre nos, se parece a Salmita Hayek.
Hablo latín, latón y lámina acanalada.
Me invitaron a la última película de Quentin Tarantino pero no traía para la entrada, además no me gusta la sangre, por eso mejor me fui a comprar unos tacos de tripitas.
Si esperas encontrar alguien que escriba bien y bonito, ya te fregaste...yo no'más cuento historias.