La mañana del viernes 18 de abril de 2014, a las 9:27 h, se registró el último sismo de gran magnitud e intensidad en México. El terremoto fue ampliamente sentido, no solo en la costa de Guerrero, sino también en estados como Oaxaca, Jalisco, Michoacán, Colima, Morelos, Puebla, Estado de México y Ciudad de México, también en estados tan lejanos como Veracruz, San Luis Potosí y Zacatecas.
En cuanto se refiere a los datos propios del sismo, de acuerdo al SSN, la magnitud fue de 7.2 con epicentro ubicado a 40 km al sur de Petatlán y foco a 10 km de profundidad.
Esta área ha registrado sismos de gran magnitud; el último sismo previo en la zona ocurrió el 14 de marzo de 1979 con una magnitud de 7.6 y previamente el 23 de febrero de 1943 con una magnitud de 7.5. El sismo de 1979 no es muy recordado ya que ocurrió durante la madrugada, a las 5:07 h, mientras la gran mayoría de las personas se encontraban en sus hogares; de haber ocurrido el sismo dos o tres horas más tarde, el recuerdo sería con mucha probabilidad el de estudiantes fallecidos debido al colapso de la Universidad Iberoamericana ubicada en aquel entonces en Campestre Churubusco.
Los sismos en Petatlán tienen un periodo de retorno entre 35 a 40 años, si esta periodicidad se cumple podría esperarse un nuevo sismo cercano a magnitud 7 a partir del año 2050. En general, los sismos que ocurren desde Jalisco hasta Chiapas se deben a que la placa de Cocos, la cual es más pesada, subduce bajo la placa norteamericana a razón de 5.5cm/año (en promedio); estos sismos de subducción tienen la capacidad de producir tsunamis al alterar verticalmente el fondo marino y desplazar grandes volúmenes de agua. Afortunadamente no ocurrió un Tsunami destructivo, sin embargo, existieron alteraciones en el nivel del mar de hasta 50 cm durante aquél Viernes Santo de 2014. Aunque no se ven grandes olas, el peligro principal son las fuertes corrientes en las playas y en los puertos, por lo que el Centro de Alertas de Tsunamis de México, emitió avisos y recomendaciones de evitar estar en las playas y puertos hasta cancelar la alerta horas más tarde.
Han pasado 3 años del sismo de Petatlán y, UNA VEZ MÁS, la gente comienza a olvidar del peligro latente de sismos grandes sobre todo sabiendo que la Brecha de Guerrero aún sigue sin tener actividad en más de 100 años.
Recordemos que únicamente se puede saber el lugar y la magnitud aproximada de un potencial sismo al conocer dónde han ocurrido sismos en el pasado y cuándo fue la última vez que ocurrió estimando así la probable magnitud por la energía que ha acumulado con los años.
Para el caso de la Brecha de Guerrero, a pesar de que existen fuentes con diferentes estimaciones en cuanto al área de ruptura se supondrá (usando datos conservadores) un área de 150 km de largo por 50 km de ancho y un deslizamiento de 5.8 metros, tomando en cuenta que cada año la placa de Cocos se subduce a razón de 5.5cm y esta acumulación existió por 106 años dado que el último sismo ocurrió en 1911. Con esos datos se puede realizar la siguiente estimación:
Utilizando la fórmula de Momento Sísmico
Mo = µ * A *d
Donde
µ = parámetro de rigidez (valor es constante)
A = área de ruptura (largo x ancho) = (150 x 50)
d = desplazamiento
µ = 3×1011 dyne/cm2
A = (150*50)
d = 5.8 metros
Mo = 1.3e+28 dyne-cm
Aplicando la fórmula de Magnitud de Momento (Mw) à Mw = 2/3 Log10 (Mo) – 10.7
Mw = 2/3 Log10 (1.3e+28 dyne-cm) – 10.7
Mw = 8
Se sabe la probable magnitud, se sabe el lugar donde podrá ocurrir, pero no se puede saber cuándo.
Regresando al sismo de Petatlán del 18 de abril de 2014, queda la pregunta de ¿por qué existen daños a más de 300 km del epicentro como ocurrió en CDMX? La respuesta es por el tipo de suelo y en muchos casos, por lo deficiente de las construcciones que no se apegaron a los reglamentos vigentes y en otros casos, porque construcciones más antiguas usan reglamentos de construcción anteriores y no han sido reforzadas.
Video – Respuesta de las estructuras a las diferentes frecuencias de vibración (caso similar en CDMX con los edificios de tamaño intermedio):
La mayoría de las construcciones en CDMX se ubican en lo que fue zona de lago por lo que un sismo que ocurra en las costas del Pacífico será amplificado por el suelo blando. Este efecto que también es conocido “efecto Ciudad de México” y tiene mayor incidencia de daños para edificios medianos/altos y aquellos edificios que estén mal construidos siendo susceptibles a presentar daños. En cuanto a la zona epicentral, el efecto será por las fuertes aceleraciones (traducirse como la violencia del sismo) estas aceleraciones siempre serán mayores en la zona epicentral y serán atenuadas a medida que nos vamos alejando del epicentro. Los mayores daños en esta zona serán en casas con materiales pobres de construcción como el adobe o con mezclas entre ladrillo, block, bloques de cemento ya que no comparten las mismas propiedades necesarias en conjunto o combinación entre ellas.
Finalmente, sabiendo que siempre está latente la posibilidad de un sismo importante, solo me queda hacerte una pregunta: ¿Estás realmente preparado?
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Nacido en Guadalajara, Jalisco en 1983.
Aficionado y estudioso de las Ciencias de la Tierra, en especial de la Geología y Meteorología desde 1995.
En 2012 comenzó a revolucionar la forma de dar a conocer los fenómenos naturales desde las redes sociales de 'SkyAlert', logrando posicionar el Twitter de esa empresa como el líder en todo el mundo en materia sísmica y volcánica en Español.
Colaborador desde 2010 en el noticiero de Radio 'Coup D Etat' RMX de Grupo Imagen.
Fundador de empresas como Retuit (2012) y Disappster (2013). Debutante columnista en el portal de Fernanda Familiar en 2014.