Últimamente he escuchado hablar mucho del “Mindfulness” como una forma de aproximarnos a la vida de una manera más sana. Sabía que estaba ligado a las filosofías orientales y a la meditación, pero no tenía suficiente información. Por fortuna, mi colega la Dra. Adriana Gómez Santa María, además de ser psicoterapeuta psicoanalítica, es especialista en Terapa Dialéctica del Comportamiento (DBT), y por lo mismo en el tema que hoy nos concierne, el Mindfulness. Le pedí que nos hiciera un escrito contestándonos nuestras dudas. Veamos:
El concepto de “Mindfulness” no es para nada nuevo, de hecho su origen se remonta a los tiempos en que vivió Buda. Sin embargo, se introduce mindfulness en Occidente hasta 1979 gracias a Jon Kabat-Zinn, quién popularizo la técnica y la integró en el mundo de la medicina y psicología.
¿Pero qué es? Es una antigua técnica de meditación Vipassana, de la India que consiste en “tomar conciencia del momento presente”, “tomar conciencia de la realidad”.
Actualmente la práctica del Mindfulness es aplicada y estudiada científicamente en varias universidades de Estados Unidos y en todo el mundo, pues es reconocida como una manera efectiva, científicamente comprobada para aumentar la conciencia y combatir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés.
La incorporación de técnicas de mindfulness a la psicoterapia ha supuesto toda una revolución y está consiguiendo resultados muy prometedores en el tratamiento de depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación, déficit de atención, sentimientos de vacío, mejorar relaciones interpersonales, impulsividad, manejo de emociones, crisis emocionales, etc. Mindfulness busca enfrentar y superar el sufrimiento humano, es decir, posee un sentido terapéutico.
Algunas definiciones de Mindfulness son:
“Mindfulness es mantener viva la consciencia en la realidad presente” Hanh (1976).
Daniel Góleman (1988) autor del libro inteligencia emocional, señala que mindfulness es:
“Estar frente a la desnuda realidad de la experiencia, observando cada evento como si estuviera ocurriendo por primera vez.”
Jon Kabat Zinn (1994) ha definido mindfulness como:“Prestar atención de una manera en particular, con propósito y sin juicio, viviendo el momento presente, y agrega: “como si tu vida dependiera de eso.”
Mindfulness implica, en cierta medida, controlar los procesos, decidir qué se atiende y durante cuánto tiempo . Los ejercicios de mindfulness ayudan a que el paciente concentre su atención en el «aquí y ahora».
Es la capacidad de prestar atención, sin juzgar el momento presente. Es el proceso de notar, observar, sentir, experimentar qué está pasando en este instante, lograr estar en el presente. Consiste básicamente en regresar una y otra vez a la experiencia más inmediata de la realidad del momento presente, con compasión y sin juicio.
El pasado ya pasó y no tiene vuelta, el futuro nunca llega porque cuando llega es presente; la única realidad es el presente, ese momento pleno, simplemente real, en el que mente, cuerpo y espíritu están sincronizados, es el momento perfecto simplemente porque es lo que es. Esta es la invitación que nos hace la práctica de Mindfulness.
Mindfulness es imprescindible ya que nos pide que reduzcamos la velocidad y atendamos lo que está ocurriendo en cada momento. Es vivir con presencia, estar despierto. Cuando hacemos esto, podremos empezar a notar lo que está justo en frente de nosotros. Sólo entonces, tenemos la posibilidad de hacer algo distinto de lo que hacíamos antes.
Así que, en lugar de ser arrastrados por una emoción, podemos empezar a mirar y sentir curiosidad por nuestras emociones. En lugar de perdernos en nuestros pensamientos, podemos empezar a observar dichos pensamientos y tener más de una elección acerca de con cuáles queremos continuar. En vez de actuar simplemente de una forma automática con un comportamiento, podemos comenzar a estar conscientes de nuestras acciones en el momento. Nos podemos preguntar: ¿Es ésto algo que realmente quiero hacer ahora?
Estar conscientes es a menudo el primer paso necesario para lograr un cambio efectivo. Podemos tomar nuevas decisiones, en lugar de actuar los viejos hábitos, los viejos patrones, de los cuales sólo estamos semiconscientes.
Es en esencia, estar despiertos en cada momento. Es parar y decir: ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué estoy pensando? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué está pasando alrededor de mí? Estas son preguntas realmente prácticas, que pueden dar lugar a acciones mucho más efectivas y ayudan a disminuir en gran medida nuestro sufrimiento.
Se desarrolla un mejor sentido de uno mismo, porque aprendes a conocerte mucho mejor. Hay tantas partes de nosotros que tendemos a alejar o nos juzgar con severidad… Esto ofrece nuevas alternativas, de cómo vemos las cosas provocando mayor autoconocimiento.
La vida está compuesta de momentos, así que si logras darle un significado al momento que estás viviendo el momento se vuelve importante y logras prosperar en tu vida.
Te invito a tomar un curso de mindfulness y conocer más sobre el tema
Psicoanalista y psicoterapeuta de adolescentes y adultos. Docente de posgrado y ex coordinadora del Doctorado de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, por su interés en la investigación en temas relacionados al psicoanálisis. Autora de diversos escritos tanto académicos como de divulgación y dos libros: 'Mitos del Diván' y 'La compulsión de repetición: La transferencia como derivado de la pulsión de muerte en la obra de Freud.'
Coautora del libro "Misión imposible: cómo comunicarse con los adolescentes" junto con Martha Páramo Riestra de Editorial Grijalbo 2015