La psicoterapeuta Jennifer Sanchez (psicojen@outlook.com) nos escribió este artículo que es de vital importancia en estos momentos. Leamos:
El trastorno de estrés postraumático en niños (PTSD) es una condición que puede presentarse después de que el niño se ha encontrado en una situación o evento traumático, como ha sido el terremoto que acabamos de sufrir. Las reacciones a estos eventos o hechos pueden incluir recuerdos repetitivos e intrusivos sobre el hecho, así como aplanamiento emocional y aumento de la tensión en el estado de alerta.
Este acontecimiento podría provocar miedo, dolor o aflicción intensa. En los niños aparecen fantasías de muerte o daño de él o sus familiares. Es posible que continúe sintiéndose indefenso después del evento y evite aquellas situaciones o lugares que le recuerden a dicho evento. Estos sentimientos influyen en sus actividades y relaciones diarias.
El pasado 19 de septiembre, México fue azotado por un sismo de 7.1, el cual dejó 273 muertes oficiales hasta el momento (jueves 21 de septiembre, 3:00pm) y decenas perdidas materiales importantes; recordemos que hace 32 años México fue sacudido por otro temblor el cual dejo alrededor de 10,000 muertos y perdidas materiales incontables. Cada año en esa misma fecha se realizan simulacros para conmemorar aquel evento desafortunado del 85 que México lleva en su memoria con dolor y angustia. El sismo de este martes se presentó en la misma fecha, lo que tiene un efecto doble en la cultura mexicana, asunto que sin duda se transmite consciente e inconsciente a nuestros pequeños.
El Colegio Enrique Rébsamen que fue uno de los tantos edificios que colapsaron dejando la muerte de 19 niños, así como 11 compañeritos de estos fueron rescatados con vida. Este hecho es uno de los cuales ha causado mayor impacto en los niños, pues lo sienten cercano ya que, por la hora en la que sucedió el sismo, la mayoría de los niños de la CDMX se encontraban en sus escuelas, sintiendo que este mismo hecho pudo ocurrirle a ellos.
Una de las causas más relevantes para presentar PTSD es presenciar un desastre natural, como una inundación, terremoto, huracán o tornado. Pero, ¿Cuales son los signos y síntomas del trastorno de estrés postraumático? Los signos y síntomas del PTSD en un niño pueden dividirse en 3 grupos:
Revivir o volver a experimentar el acontecimiento: el niño representa el evento en el juego o siente como si el evento estuviera volviendo a suceder, se pueden presentar pesadillas o el revivir escenas retrospectivas (recreación del pasado) o imágenes del evento en su mente.
Evasión: el niño evita hablar del evento traumático, evita las actividades, lugares o personas que podrían recordarle del evento traumático, tiene dificultad para pasar un rato con sus amigos o familiares, o pierde interés en las cosas que le gustan, no expresa sus sentimientos o se comporta como si fuera más pequeño, el niño se percibe a sí mismo como alguien que no tiene esperanzas para el futuro. Es posible también que le preocupe morirse a una edad temprana (lo cual en este caso se exacerba debido al evento del colegio Rébsamen).
Reacción exagerada o cambios en el estado de ánimo: el niño se estresa o se siente herido emocionalmente con facilidad, el niño tiene miedo de separarse de los adultos más que de costumbre, el niño siente tristeza, temor, culpa o rabia de forma repentina, se siente nervioso, aterrado o irritable, el niño tiene problemas en la escuela o dificultad para prestar atención, así como puede presentar dificultades para dormir.
¿QUÉ HACER?
- No exponer a los niños a las noticias.
Los videos e imágenes violentas y la información que se da en las noticias, está dirigida a adultos, quienes pueden digerirla de mejor manera, en los niños solo incrementará su miedo.
- Se debe favorecer que los niños hablen acerca de lo que sienten y piensan, por más irracional que sea.
Como adulto es importante mostrarles empatía mientras expresan lo que sienten, posteriormente se les dará una explicación racional y concreta, sin minimizar o devaluar lo que sienten o expresan.
- Es importante permitirles que jueguen recreando el evento.
Está es una forma adaptativa de elaborar la vivencia de dicho evento.
- También se puede promover que los niños dibujen lo que vivieron, así como sus fantasías respecto al evento traumático.
- Muchos niños se bloquean, y no pueden expresar lo que sienten y piensan de manera verbal, ni mediante dibujos o juegos.
Como adulto es importante reflejarle lo que está sintiendo, para que haga conciencia de sus sentimientos.
- A manera de defensa, los niños tienen a adoptar conductas de cuando eran más chicos (llorar mucho, comportamientos irritables, miedo a la oscuridad, miedo a separarse de la familia o incluso presentar enuresis).
Es importante ser empático en estos momentos.
- La contención emocional es básica en estos momentos.
Como adulto es importante mostrar interés en ellos, mientras hablan, hay que míralos a los ojos. También es importante estar pendiente de lo que dicen y cómo actúan.
- La contención física es positiva en estos momentos.
Abrázalos y apapáchalos, incluso si piden dormir contigo, permíteselos. Favorece la comunicación constante contigo. Hay que tener cuidado y no sobre gratificarlos de forma material. La contención emocional y física es más que suficiente.
- A los niños pequeños se les deben dar explicaciones reales y concretas.
No adjudicarlo a cuestiones mágicas.
- Hay que enseñarles qué hacer en caso que vuelva a temblar: colocarse al lado de objetos resistentes para aprovechar los triángulos de vida.
- Exprésales verbalmente que entiendes porqué están angustiados y asustados, es normal que cualquiera de nosotros se sienta así.
Incluso puedes hacerles ver que tu como adulto también estas alterado y no te preocupes por mostrar tus emociones (siempre y cuando no sean desbordadas).
- Si te sientes desbordado, busca ayuda en otro adulto, es importante que los niños no te vean así.
- Enseñarles empatía en cuanto a los sentimientos y la manifestación de estos en los demás.
- No darles falsas expectativas.
Aunque sean pequeños es importante siempre hablar con la verdad.
- No repitas información sobre el terremoto que los pueda alarmar.
Sobretodo si son noticias que no se han corroborado.
- Si los niños quieren ayudar: Permíteles que con sus ahorros compren cosas para los centros de acopio y ve con ellos a entregarlas.
Esto les permitirá sentirse útiles así como les brindará la sensación de estar en control de la situación.
Jennifer Sánchez Ardila
Psicoanalista y psicoterapeuta de adolescentes y adultos. Docente de posgrado y ex coordinadora del Doctorado de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, por su interés en la investigación en temas relacionados al psicoanálisis. Autora de diversos escritos tanto académicos como de divulgación y dos libros: 'Mitos del Diván' y 'La compulsión de repetición: La transferencia como derivado de la pulsión de muerte en la obra de Freud.'
Coautora del libro "Misión imposible: cómo comunicarse con los adolescentes" junto con Martha Páramo Riestra de Editorial Grijalbo 2015