EL consumo de sal, proteínas, el depósito de grasa en el hígado y su asociación con Diabetes tipo 2, cirrosis y cancer.
Tradicionalmente la Sal se ha relacionado con la presencia de enfermedades cronicas, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
La Organización Mundial de la Salud recomienda menos de 2 g de sodio al día que corresponden a 5 g de sal común, el consumo promedio por persona es de 7.5 g de sal al día. En el 2005 en la revista Diabetologia se publicó información relacionada con este hecho, explicando cómo posibles mecanismos la asociación del excesivo consumo de sal con el incremento en el peso, la hipertensión arterial, la disminución en el consumo de magnesio, el aumento de la resistencia a la insulina y la coincidencia con un estilo de vida inadecuado así como su dieta.
El aumento en el consumo de sodio da inicio a una reacción inflamatoria a expensas de las células TH17 (revista Nature 2013), que puede iniciar después de los 35 años de edad, esto tiene una importante implicación en la prevención primaria (antes de la enfermedad) de la Diabetes con carga genética asociada a autoinmunidad.
En el caso de las proteínas ciertos aminoácidos (son los componentes de las proteínas) pueden afectar los niveles de glucosa en sangre al modificar el comportamiento de la glucosa.
Los niveles altos en el consumo de proteínas de origen animal, se ligaron a resistencia al efecto de la insulina en el organismo humano con mayores niveles de pre-Diabetes y Diabetes tipo 2 o del adulto (DM2); el tipo de alimentos relacionados con este hecho fueron los derivados de la leche, la carne roja y el pescado, mayormente en pacientes obesos.
Por otro lado el depósito de grasa (triglicéridos) en el hígado puede ocasionar hepatitis por grasa, fibrosis, cirrosis y cancer; fuera del hígado se asocia a DM2 y enfermedades cardiovasculares. (Hepatology 2016(64)).
El ejercicio de moderado a vigoroso, constante (cuando menos 5 días por semana más de 30 minutos) reduce la concentración de grasa en el hígado y favorece la pérdida de peso a expensas de grasa en todo el organismo, en pacientes con hígado graso, en diabéticos y en pers onas de la tercera edad.
Lo que fortalece la propuesta de que cada paso que das incrementa segundos a tu vida.
Al aumentar la intensidad del ejercicio se inicia un proceso de adaptación del organismo modificándose el metabolismo y los comandos del cerebro sobre las glándulas, robustece la actividad de los micro RNA, favorece la formación de vasos sanguíneos conforme pasa el tiempo, así, como la circulación colateral y reactiva los genes encendiéndolos al desmetilarlos. Entre otros beneficios se activa el aparato de defensa del organismo humano, disminuye los niveles de glucosa e insulina e influye sobre la destrucción de células cancerígenas.
Las sorpresas que en general nos hemos llevado con respecto al desorden en el consumo de los alimentos y sus complementos eran insospechadas, sin embargo cada vez más nos acercamos al hecho de que la educación para la racionalidad en el comportamiento para elegir un estilo de vida es una necesidad impostergable.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Fellow of the American College of Physicians
Representante de ISIM en México
www.dralejandrocardenas.com
Quiero confesarles que MI PASIÓN POR LOS SERES HUMANOS NO TIENE LÍMITE, porque en sus contenidos se encuentra la respuesta a todas la preguntas de nuestro entorno, a todos los cuestionamientos de vida, a todas las oportunidades de creatividad y de cambio, reconozco en mis semejantes superioridades, igualdades y debilidades como las que yo muestro.
Me apasiona poder ayudar a la gente a conservar su calidad de vida, con herramientas tan sencillas como el ejercicio y la nutrición adecuada.
Los invito queridos compañeros, a sumar cualidades, inteligencia, experiencia y a ser solidarios con este proyecto de salud de nuestro país difundiendo la prevención con educación.