Este lunes 19, muchos de los que me escuchan en ¡Qué tal, Fernanda! está disfrutando de un puente laboral. Y aunque en todo el hemisferio norte el 21 de marzo marca la entrada de la primavera, los mexicanos no conmemoramos como fiesta oficial este día por ese motivo, sino por el natalicio de un indígena zapoteco que se convirtió en presidente de México en el año de 1857.
Estoy hablando de Benito Pablo Juárez García, quien nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806.
Huérfano desde niño, Benito Juárez termina la licenciatura en Derecho a los 20 años en su natal Oaxaca. En 1846 es electo diputado por su estado ante el Congreso de la Unión y un año más tarde se convierte en gobernador, hasta el año 1852.
Durante el gobierno conservador del general Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez se exilia en Cuba, fiel a sus principios liberales. A los dos años regresa a México y se adhiere al Plan de Ayutla y de esto se deriva su nombramiento como Consejero de Estado y después Ministro de Justicia.
En este periodo es cuando promulga una serie de leyes que establecen libertades de enseñanza, imprenta y trabajo, además de anular los privilegios del clero y el ejército. Lo cual provoca que los conservadores se pronuncien con el Plan de Tacubaya y en colaboración con Ignacio Comonfort dan un golpe de Estado por el que Benito Juárez termina encarcelado.
A este periodo se le conoce como la Guerra de Reforma, en el cual Juárez consigue huir de la prisión y por las leyes de la Constitución se convierte en el presidente legítimo de México, aunque en un gobierno itinerante que inicia en Veracruz, estado donde expide las Leyes de Reforma y proclama una Constitución mas radical que la anterior.
En el año 1860, los liberales finalmente derrotan a los conservadores y Benito Juárez regresa a la Presidencia en la capital del país. Una de las primeras acciones que ejecuta es la suspensión del pago de la deuda externa, causando con esto la intervención del Reino Unido, España y Francia.
Los primeros dos países se retiraron, pero Francia se une a los conservadores e invaden México en 1863. Como consecuencia, se instaura en Imperio de Maximiliano de Habsburgo en 1864 y Benito Juárez escapa a Paso del Norte. Tres años después de mantener esta guerra, Juárez regresa a la capital y ordena el fusilamiento de Maximiliano.
En agosto de 1867, Benito Juárez es reelegido por séptima vez como presidente y restaura la República Federal, da vigencia a las Leyes de Reforma y adopta una serie de medidas para fortalecer la autoridad presidencial. En 1871 ocupa por última vez el cargo de presidente.
De manera muy breve, esto es lo más importante que conocemos de Benito Juárez como el hombre de política que trascendió las fronteras y en la historia de México. ¿Pero qué tanto sabemos de sus últimas horas como presidente y como ser humano?
A partir del triunfo del ejército republicano en 1867, Benito Juárez dedica los últimos 5 años de su vida a consolidar la paz y a hacer efectivos los principios de liberalismo que mantuvo durante toda su carrera política.
A los 66 años de edad y al final de su jornada de trabajo, Benito Juárez murió en su habitación del ala norte de Palacio Nacional, el 18 de julio de 1872. Según la mayoría de las versiones a causa de una angina de pecho.
Al amanecer del siguiente día, el estallido de un cañón anunció a los habitantes de la Ciudad de México el fallecimiento de su presidente. El cadáver fue conducido al gran salón de Palacio, en cumplimiento de una vieja ley que indicaba que fuera así cuando el presidente fallecía en cumplimiento de sus funciones.
Una multitud acudió para ver el cuerpo de Benito Juárez. Inmediatamente, por mandato de ley, Sebastián Lerdo de Tejada, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, tomó posesión como presidente de México y su primer acto de gobierno fue decretar luto nacional.
El día 23, el cuerpo de Benito Juárez fue embalsamado y llevado al panteón de San Fernando, escoltado por los soldados del Primer Batallón de Infantería, antes llamado Batallón Supremos Poderes, el mismo que durante la segunda intervención francesa acompañó al presidente Juárez en su escape de la capital con rumbo a la frontera norte, salvándole la vida en más de una ocasión.
El entierro, al que acudió también una multitud de mexicanos, terminó a las 2 de la tarde. Hora en la que se escuchó el último cañonazo. Un dato curioso es que desde el día 19, cuando se escuchó el primer estruendo, se habían seguido disparando cañones cada 15 minutos para anunciar al país entero el fallecimiento del llamado “Benemérito de las Américas”.
En este periodismo de vida, hoy te conté los detalles de la muerte de Benito Juárez, probablemente uno de los presidentes de México que tuvo muchos admiradores, aunque también algunos detractores.
Sin embargo, son contados los casos de políticos que pasan a la historia con un reconocimiento internacional y Benito Juárez fue uno de ellos, orgullosamente mexicano. Y lo más increíble es que muchos mexicanos no saben por qué este día se conmemora oficialmente.
Por eso es que te pregunto esta mañana: ¿Conocías estos datos de Benito Juárez? ¿Qué tanto sabes de la vida de este indígena zapoteca que llegó a ser presidente de México en una época donde esto era prácticamente impensable? ¿Algún día crees que se repita una historia similar?
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