¿Qué características marcan la diferencia entre alguien que podemos llamar “buena persona” y otra que nos parece “mala persona? ¿Son las acciones, las palabras, la manera de conducirnos en cualquier situación lo que nos hace buenos o malos?
Para muchas generaciones que nacimos antes de los millennials, existe un precedente de gran peso en nuestra educación. Me refiero no sólo al aspecto académico, aunque también la escuela tuvo un papel decisivo en este tema. Pero hablo sobre todo de la educación en los valores humanos.
Estos valores humanos son aquellos conceptos universales que influyen en nuestro comportamiento y que se encuentran en todas las culturas y sociedades, sobre lo que se considera correcto o incorrecto.
Cada día los cambios y las transformaciones culturales son mayores. Tienen un mayor impacto en la economía, la política y en la misma sociedad, pues gracias a las nuevas tecnologías también surgen nuevas necesidades a las que debemos adaptarnos.
Si consideramos que los seres humanos estamos en un constate proceso de evolución, bajo variables cambiantes que nos determinan como individuos y miembros de una sociedad, entonces también los valores se van modificando y adaptando a las nuevas estructuras sociales.
Para que una sociedad se desarrolle plenamente debe existir un conjunto de normas que regulen las interacciones de todos los que forman parte de ella. Los valores humanos son indispensables en este proceso, y en lugar de quedar obsoletos con el tiempo, es necesario que evolucionen a la par de las nuevas necesidades humanas.
Recordemos cómo en nuestra infancia, en casa y en el colegio, nos hablaban de conceptos éticos y morales, relacionados directamente con los valores humanos, con el civismo, como una manera de generar una convivencia pacífica y productiva.
Tristemente, lo que en aquellos años se consideraba como parte de nuestra formación humana y que nos daba un mayor reconocimiento y estima de los demás, hoy parece un lastre que parece obstaculizar el éxito de muchos que toman como cierta aquella frase de “el que no tranza no avanza”.
Curiosamente, regresamos al origen del tema, cuando el absolutismo rige la vida en la historia de la humanidad y son las personas insensibles las que definen los valores humanos como algo sin importancia, tomando como algo normal el maltrato hacia las clases sociales menos afortunadas y aún entre sus iguales.
Desde ese momento, surge una serie de valores que intentan defender la igualdad humana. Valores como la virtud, la dignidad, la honestidad, la responsabilidad, la tolerancia, el respeto, la libertad y la solidaridad, entre otros.
Platón tiene su propio concepto de “valores” y dice que “es lo que da verdad”. Para Aristóteles, la moral y los valores van unidos. El pensamiento filosófico de los siglos XVII y XVIII desarrolla el concepto de valores humanos respecto a que es el propio hombre quien da valor a estas cualidades que lo hacen comportarse correctamente.
Durante la segunda mitad del siglo 19, con el agotamiento de las contradicciones de la sociedad capitalista, el estudio de los valores ocupa un lugar independiente de la filosofía burguesa. Y son los marxistas quienes siembran las bases para el reconocimiento de los verdaderos valores de la humanidad, que son humanos y no monetarios.
Cobran fuerza las necesidades objetivas del desarrollo social y se entiende que los valores humanos no existen fuera de las relaciones sociales, sino que son por éstos que puede existir una sociedad próspera.
Es importante conocer este desarrollo histórico de los valores humanos para entender que no se trata de una idea o un concepto inventado sobre una base moralista o aleccionadora. Los valores humanos son parte del engranaje de la sociedad que sin esa pieza, no puede funcionar correctamente.
A través de este breve recorrido histórico podemos observar que en la historia siempre han sido necesarios los valores humanos y que por muy avanzados que nos encontremos tecnológicamente, esto no significa que la inteligencia artificial de las máquinas vaya a reemplazar la convivencia entre los seres humanos.
Sin embargo, con el paso del tiempo es notable cómo en muchas organizaciones, familias y en las relaciones interpersonales que establecemos, llámese amistad o pareja, los valores se han ido perdiendo.
Lo que nos da pie para analizar si a la par de esta desaparición, también han surgido más conflictos raciales, crímenes por odio, enfrentamientos, secuestros, violaciones, embarazos prematuros, etc.
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Es por eso que después de escuchar este periodismo de vida, te pregunto:
¿De qué manera enseñas y promueves los valores humanos en tu familia? ¿Consideras que esta pérdida de los valores tiene relación con la descomposición social en la actualidad?
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